La Republikanischer Schutzbund tuvo su origen, al igual que su principal rival conservadora, la Heimwehr, en las unidades paramilitares que se formaron tras la derrota austrohúngara en la Primera Guerra Mundial para defender las fronteras del nuevo país[1] y defenderse de los saqueadores.
[1] Las unidades paramilitares socialistas fueron escasas mientras existió el nuevo ejército republicano, la Volkswehr, bajo control del Partido.
[3][1] Este tuvo que disolverse por exigencias del Tratado de Saint-Germain-en-Laye, que limitó el Ejército a treinta mil hombres y acabó con el proyecto socialista de un gran ejército popular.
[5] El núcleo de la Republikanischer Schutzbund fue la Ordnerwehr, una fuerza desarmada que se utilizaba para mantener el orden en las reuniones políticas.
[6][5] Fue la única ocasión en que las milicias socialistas cooperaron con el nuevo Ejército controlado por los conservadores, la Wehrmacht.
[6] En la crisis por el intento de restauración monárquica del exemperador Carlos en Hungría la Ordnerwehr volvió a prepararse para evitarlo.
[6] La nueva fuerza se abastecía de armas del arsenal militar, controlado por el Partido.
[6] Siempre tuvo, sin embargo, problemas para ocultar su armamento a las fuerzas de seguridad.
[13] En marzo estalló la crisis del arsenal, que los socialdemócratas habían controlado en la posguerra, ocultando gran cantidad de armas.
[15] Aunque estos lograron la retirada del Ejército del arsenal, el incidente desacreditó al Partido entre la burguesía, reforzando al canciller y dando la impresión de que la Liga era una formación socialista que se preparaba para un golpe de Estado.
[16] Para cuando se decidió la intervención de la Liga por las noticias sobre enfrentamientos con la policía era tarde y varios edificios habían sido incendiados.
[21] La Liga se declaró dispuesta a impedirlo, mientras Seipel utilizaba la tensión para defender su vuelta al gobierno y realizar cambios constitucionales favor de su postura antidemocrática.
[24] Respaldados por la constitución, los socialistas mantuvieron su apoyo a la misma y no desafiaron al gobierno, al contrario que la Heimwehr, mostrándose repetidamente dispuestos a desarmar su formación paramilitar si se producía un desarme general.
[28] En el verano dieciséis mil miembros volvieron a participar en maniobras, mientas que en octubre hubo graves enfrentamientos con los nazis en Simmering.