[1] Durante la Primera Guerra Mundial, su mala salud le impidió participar en la contienda, salvo unos pocos meses de 1917.
[4] Se opuso, sin embargo, al sometimiento de su unidad, que representaba a los elementos más extremistas del nacionalismo alemán local, al control del Partido Socialcristiano, maniobra que intento el vicegobernador provincial en la primavera de 1920.
[18] Desde entonces, Pfrimer encabezó una de las mayores y más poderosas formaciones paramilitares del país.
[1] Rechazaba asimismo el sistema democrático parlamentario, que consideraba ajeno al espíritu alemán.
[1][28] Pfrimer heredó de este una formación muy dividida, tanto en sus metas como en los medios para alcanzarlas.
[32] Pfrimer asumió los poderes legislativo y ejecutivo, el mando del Ejército e implantó la ley marcial.
[37][33] Pfrimer logró tomar el control de varias poblaciones estirias y rodear la capital regional, Graz.
[38] La reacción gubernamental, sin embargo, fue lenta, y durante varias horas los rebeldes controlaron parte de Estiria e incluso la capital regional, Graz.
[39] El mismo tiempo, los socialistas reclamaron de nuevo que el Gobierno actuase, amenazando si no lo hacía con emplear sus propias fuerzas.
[40] El Gobierno, enfrascado en delicadas negociaciones para obtener un crédito internacional, optó por desbaratar el golpe.
[44] Pfrimer, objeto de cierta burla en el país por su pobre oratoria,[45] su sordera,[45] su obesidad y calvicie,[45] vio su reputación dañada definitivamente por el fracaso del golpe.
[1][38][49] Las autoridades juzgaron a muy pocos de los que habían participado en la acción, y la mayoría recibió condenas cortas, quizá por la intercesión italiana: este país temía que alguno de los acusados desvelase las maquinaciones italianas durante los años anteriores.
[50] Los golpistas contaban además con amplias simpatías entre la población de Estiria y con la del gobernador Rintelen, que testificó en su favor.
[1] Abandonó la actividad paramilitar y retomó la abogacía cuando su unidad, estrechamente aliada con los nacionalsocialistas, fue prohibida por el Gobierno en junio de 1933.
[3] Cuando finalmente se consumó la unión con Alemania en 1938, recuperó parte de la relevancia anterior e ingresó en el[3] Reichstag.
[46][3] Tras ser liberado retomó su actividad como abogado en Judenburg y vivió ajeno a la política hasta su muerte.