[10] Vetada la unión con Alemania por las potencias vencedoras de la guerra mundial, Mayr tuvo que adoptar una política exterior neutral y centrarse en la obtención de créditos internacionales que aliviasen la grave crisis económica austriaca.
[14] La falta de ayuda extranjera y la pasividad gubernamental agudizaron los apuros austriacos.
[23] La oposición gubernamental al proyecto, rechazado firmemente por la Entente y por los países vecinos, privó al canciller del apoyo de la corriente monárquica de los socialcristianos.
[23] El fracaso del exmonarca robusteció además el movimiento favorable a la unión con Alemania.
[24] El éxito del Tirol desencadenó proyectos similares en Salzburgo y Estiria.
[27] Los esfuerzos del Gobierno federal por anular los plebiscitos fracasaron: Salzburgo lo convocó para el 29 de mayo y solo Estiria accedió a posponerlo.
[28] Mayr acudió entonces a Estiria para lograr la cancelación de la votación en esta región, pero el Parlamento provincial desoyó su petición y convocó la votación para el 3 de julio.