La nueva Constitución proclamada por el canciller austriaco Engelbert Dollfuss, era confesional —católica— y tenía diversas influencias, entre ellas, la del fascismo italiano.
[1] Sustituía a la anterior Constitución democrática vigente desde la posguerra y debía servir de complemento al sistema de gobierno autoritario basado en el partido único creado por Dollfuss, el Frente Patriótico.
[2] La ley creaba cinco organismos consultivos, de escasas prerrogativas.
[4] Estas juntas creadas por la Constitución tenían carácter meramente consultivo y únicamente podían analizar las leyes que les presentase el Consejo de Ministros.
[4] Entre las cuatro, elegían a cincuenta y nueve de sus miembros, que constituían la Dieta Federal.