Campaña fluvial y naval en la Independencia de Colombia

[20]​[13]​ Jamás fueron sometidos por las autoridades españoles, pero gracias al intercambio cultural se volvieron ganaderos,[24]​ algo ideal para ellos, pues la península de la Guajira era muy seca para la agricultura, lo que disminuía el interés por colonizarla.[25]​ Aunque hubo conflictos por la resistencia a los misioneros y las revueltas guajiras, con las consecuentes campañas de castigo españolas, la violencia era limitada.[9]​ Su colega colombiano Joaquín Viloria de la Hoz afirma que las fuerzas terrestres eran 2000 infantes, 400 jinetes, la mayoría llaneros venezolanos, y artillería.[42]​[43]​ Feliciano Montenegro Colón, pedagogo venezolano, reduce el número a 1000 soldados en tierra apoyados por 20 cañoneras.[45]​ En cambio, el historiador argentino Bartolomé Mitre los eleva a 3000 efectivos después que cayeran Riohacha y Santa Marta.[8]​ Estos combatientes fueron reclutados en los pueblos vecinos a la ciudad homónima en una compañía miliciana voluntaria.[9]​ El brigadier Ruiz de Porras intentó recuperar Riohacha y defender Santa Marta, en la primera operación fuentes de la época estiman en 2000 realistas que se concentraron en Ciénaga y luego atacaron.[nota 6]​ El historiador colombiano Nicolás González Chaves apoya dicha cifra,[4]​ aunque su colega y compatriota, Restrepo, la reduce a 1500 en la batalla, lo que es respetado por Saether.[3]​ La mayoría de eruditos apoyaba números similares, como Restrepo (1500),[56]​[59]​ Benedetti (1900),[42]​ González Chaves (2000)[5]​ y Saether (1800).De esta forma, no hizo nada para restablecer la disciplina y sus soldados empezaron a saquear la ciudad.[62]​ Los vecinos de Riohacha, furiosos por los abusos cometidos por los irlandeses, se unieron a los monárquicos.[61]​ MacGregor abandonó a sus soldados,[63]​ tomando su equipaje y botín en un barco que zarpó al comenzar la lucha, un ejemplo seguido por otros oficiales.[65]​ Esta primera expedición, mal organizada, sólo sirvió para generar odio a la causa republicana entre los habitantes de la región.Como segundo tenía al capitán Padilla y a cargo de las fuerzas terrestres Montilla.[71]​ Sin embargo, la situación en Riohacha tampoco era muy optimista, pues el 18 de mayo 52 oficiales irlandeses se amotinaron por sus sueldos impagos y malos alimentos, exigiendo poder retirarse a la colonia británica más próxima.Entre tanto, Carmona y Lara lograron derrotar a Sánchez de Lima en Chiriguaná.Así, «Torres se convirtió en el virrey de facto, una oportunidad que había esperado durante algún tiempo».[84]​ Este conflicto interno solo contribuyó a aumentar la indisciplina y deserciones entre los soldados monárquicos, pero también sus oficiales.Seis días después se movió a Turbaco y le propuso al gobernador Torres una capitulación honrosa, pero fue rechazada.[90]​ Aquel día también apareció la corbeta española Ceres, enviada desde La Habana, en la bahía de Santa Marta, trayendo suministros y dando ánimos a los habitantes.[94]​[89]​ Acampado en Fundación, Sánchez de Lima mandó al teniente coronel Francisco Labarcés detener a Carreño en Río Frío mientras él se movería por la Ciénaga Grande de Santa Marta para atacarlo por la retaguardia.[95]​ Sin embargo, su plan se canceló cuando fuerzas sutiles, es decir, barcos ligeros, ocuparon la Ciénaga Grande a las órdenes de Padilla.Sánchez de Lima decidió huir a Maracaibo, mientras que Carreño y Padillo unieron sus fuerzas para avanzar sobre Santa Marta, cuya bahía estaba siendo bloqueada por Brión.Carreño logró flanquear las baterías enemigas y atacarlas desde atrás, en un combate encarnizado donde muchos hombres murieron, especialmente indios que se habían movilizado para defender la localidad.El gobierno republicano se hacía con un puerto natural provisto de formidables fortificaciones y numerosa artillería.En todos estos casos, la mayoría de las tripulaciones republicanas estuvieron conformadas por corsarios y destacó Padilla.[nota 9]​ Su hijo había sido arrestado y fusilado en Fonseca por los patriotas cuando intentaba buscar aliados para su guerrilla.Santa Marta quedó retrasada económicamente frente al resto del país y, aunque reemplazó a la anterior ciudad como cabeza económica de la región, terminó por ceder la primacía a Barranquilla.Finalmente, Riohacha quedó tan arruinada que el gobierno debió eximirla de ciertos impuestos para poder reconstruirse.[118]​ La idea de una federación costeña tomó fuerza hasta que las élites locales acabaron por apoyar al gobierno central, acabando con «la posibilidad de haber constituido otro país», según la historiadora Adelaida Sourdis Nájera.
Retrato del almirante Luis Brión, por Antonio Esteban Frías, 1913.
José Prudencio Padilla López, óleo de Constancio Franco Vargas, 1880. En esta pintura se observan los esfuerzos de blanqueamiento en las representaciones de los próceres independentistas.
Retrato del general Mariano Montilla, por Martín Tovar y Tovar, 1874.