[7] La pelea se transmitió por la radio colombiana, con la victoria de Mamatoco sobre el cubano.
Días después el boxeador declararía:[1] Las declaraciones le ganaron fama de fascista, y lo convirtieron en blanco del gobierno, que lo monitoreó desde entonces, llegando incluso a ser perseguido por el gobierno norteamericano de Franklin D. Roosevelt y el FBI, dirigido en ese momento por el agente John Edgar Hoover.
[7] Se contrató para encargarse del caso al juez Enrique Vargas, con amplia experiencia en casos similiares, por lo que se acuñó el adagio popular colombiano de "Averíguelo Vargas"[13][14] y que implica la resolución de un problema difícil para una persona común.
[4] Los policías se fugaron años después, durante los sucesos del Bogotazo.
El crimen causó tanto revuelo, que el periódico El Siglo, propiedad de Laureano Gómez y adepto al Partido Conservador comenzaron un amplio cubrimiento de la noticia.