Este retraso permitió a Soult conocer las intenciones de Aréizaga, concentrando en la margen derecha del Tajo los batallones de Víctor, Sebastiani, Milhaud y París, frente al ejército español.
París y Milhaud que había cruzado el Tajo por Aranjuez con ocho regimientos, unos 3.000 jinetes, se encontraron con dieciséis regimientos del ejército español, unos 4.000 jinetes, al mando del Duque de Rivas y March.
Sin embargo, los franceses se encontraban tácticamente mejor posicionados, lo que les permitió replegar a la caballería española que sería perseguida, en confuso desorden, hasta las inmediaciones de Ocaña.
Las tropas españolas se retiraron a Ocaña, mientras que las francesas acamparon en Ontígola esa misma noche.
[2] Por la parte francesa perecieron un centenar de hombres, entre ellos el general París que murió a manos del cabo Vicente Manzano.