La radicalización de la situación política le hizo, sin embargo, abandonar su mando a finales del verano.
[23] Camino del Pacífico, se detuvo brevemente para casarse en Irkutsk[22] con la que había sido su prometida durante los últimos cuatro años, Sofia Fedorovna Omirova.
[27][32][25][29] Defendió en vano un ambicioso proyecto de construcción naval para lo que consideraba una segura guerra con Alemania en el futuro próximo.
[12][32][37] Kolchak convenció a la Duma para que incrementara los presupuestos navales,[35] y tuvo buenas relaciones con la cámara legislativa.
[44][25] Al comienzo, convencido de la incapacidad del último Gobierno zarista, vio con buenos ojos la revolución,[56][57] creyendo que daría paso a un gabinete liberal capaz de llevar al país a la victoria militar.
[77] Kolchak trató de utilizarla para marchar sobre Vladivostok pero Kalmykov le bloqueó el paso.
[83][84][85] El golpe contó con la connivencia de Knox y la misión militar británica,[4] aunque su participación directa es controvertida.
[97] Los empresarios, que habían apoyado el golpe de Estado, mantuvieron gran influencia en cuestiones económicas en la dictadura, tanto desde dentro como desde fuera del Gobierno.
[106][102] En aquel momento, cerca de cien mil tropas aliadas se encontraban en Siberia, oficialmente enviadas para ayudar a la Legión Checoslovaca a restablecer el frente oriental contra los Imperios Centrales, pero en la práctica para luchar contra el Gobierno soviético.
[115] Kolchak, sin embargo, albergaba escasas simpatías por la democracia, y se negó a contemplar la convocatoria de elecciones para la futura asamblea constituyente hasta después de la guerra, o a aceptar que participasen en ella formaciones socialistas.
[124] Su programa político reflejaba más su fe personal que el deseo de lograr respaldo entre la población.
Privado de la capacidad necesaria, tampoco contó en general con consejeros y colaboradores que la supliesen, rodeado fundamentalmente por aventureros y aprovechados que conocían la debilidad del almirante por cualquier plan presentado como necesario para la patria o del movimiento.
[129] Las victorias militares del invierno de 1919 retrasaron la promulgación de legislación, especialmente la social, hasta la primavera,[130] dada la concentración del Gobierno en los asuntos militares y su renuencia a tratar temas controvertidos en el Movimiento Blanco.
[150] Frente a los doscientos millones aportados al esfuerzo bélico de Kolchak por las cooperativas, las empresas privadas apenas alcanzaron los doce.
[181] El 6 tomaba Izhevsk, que en dos semanas producía ya quinientos fusiles diarios para los soviéticos.
[181] Tras amenazar brevemente la retaguardia del 5.º Ejército, hubieron de retirarse, siendo exiguas para mantener las posiciones alcanzadas.
[195] La retirada militar también causó una crisis política en el Gobierno, cada vez menos seguro de su victoria final.
[209] Mientras los oficiales del frente escaseaban, las unidades de mando en la capital seguían siendo gigantescas y desproporcionadas.
[209] Eran numerosos los jóvenes oficiales que podían verse en resplandecientes uniformes día y noche en la capital, pero no en el frente.
[214] La debilidad del frente hacía que el ejército fuese muy vulnerable a cualquier contraataque soviético.
[215] El ejército de Kolchak comenzó entonces una retirada que no se detuvo ya hasta llegar al océano.
[226] Cinco días más tarde se enteraba del levantamiento socialrevolucionario contra su régimen en Vladivostok, respaldado por el destituido Radola Gajda.
[234] Gajda fue rápidamente deportado[235] y los principales dirigentes socialrevolucionarios buscaron la protección del mando estadounidense en la ciudad.
[242] Nuevamente, al conquistar la ciudad los soviéticos hicieron miles de prisioneros y tomaron abundante material.
[247] Janin aprobó la entrega de Kolchak a los rebeldes,[245] que se le comunicó esa misma tarde por azorados representantes checoslovacos.
[250] El «Centro Político», en cuyo poder se encontraba Kolchak, contaba, sin embargo, con escaso respaldo popular y sobrevivía gracias al apoyo checoslovaco; era cada vez más evidente su incapacidad para detener el avance soviético o evitar la toma del poder en las ciudades en las que se había sublevado por parte de los bolcheviques locales.
[252] Un día antes de la desaparición del Centro Político, unidades blancas en retirada comenzaron a agruparse en Nizhneúdinsk y amenazaron con retomar Irkutsk.
[255] Poco después las escasas unidades rumanas también eran alcanzadas y, tras intentar en vano utilizar los trenes en manos de los checoslovacos, se rendían a los soviéticos.
[259] Como consecuencia los checoslovacos ordenaron a Voitsejovski abandonar el asalto de Irkutsk para garantizar la neutralidad en el ferrocarril y aquel se vio obligado a retirar sus unidades, continuar su retirada al Este y rodear la ciudad.
Tampoco Kolchak supo ganarse el respaldo de la oposición moderada, rechazando cualquier tipo.