Los socialrevolucionarios (SR o eseristas), que habían perdido gran parte del apoyo del que gozaban al comienzo del periodo revolucionario ruso, habían aprobado en su IV Congreso de diciembre de 1917 defender la Asamblea Constituyente Rusa, incluso con las armas y enfrentándose a los bolcheviques si hubiera sido necesario.
[5] El Congreso había aprobado también una resolución que prohibía nuevas alianzas con fuerzas conservadoras como la que habían mantenido en el Gobierno Provisional Ruso antes de la Revolución de Octubre, consideradas perjudiciales para el partido.
[7] El VIII Congreso del partido, celebrado a mediados de mayo en semiclandestinidad por la persecución de la Cheka, aprobó la lucha armada contra el Gobierno soviético y los Imperios Centrales; mostrándose favorables no solo la corriente más conservadora del partido, sino también la más izquierdista.
[1] La revuelta condujo a la formación de diversas autoridades políticas antibolcheviques que surgieron en los meses posteriores.
[15] El Komuch formó unas estructuras administrativas con competencias mal definidas, lo que llevó a continuos roces e ineficiencia en la gestión.
[25] La distribución de las carteras ministeriales entre los cinco miembros originales dio paso a un gabinete responsable ante el Komuch.
[27] En la práctica, las decisiones principales las tomaban Volski y Klímushkin en conjunción con Mijaíl Vedeniapin, miembro del Comité Central socialrevolucionario.
[2] En muchos aspectos fue una resurrección del Gobierno Provisional Ruso en su última fase —durante las sucesivas coaliciones social-liberales presididas por Aleksandr Kérenski—,[2] ya que se basó en la misma premisa que este había defendido y lo había llevado a la derrota a manos de los bolcheviques: que las provincias no estaban listas para una revolución socialista[16] y, por tanto, el proceso revolucionario no debía avanzar más allá de su fase democrática.
[2][15] El Komuch se consideraba a sí mismo como la única autoridad verdaderamente revolucionaria y mantuvo por ello los símbolos revolucionarios; consideraba contrarrevolucionario al Gobierno de Moscú por su disolución de la Asamblea Constituyente y sus medidas represivas.
[28] Se restablecieron los zemstvos y las dumas municipales,[19][25][26] prohibiéndose temporalmente los sóviets,[28] que luego reaparecieron, pero no como organismos de gobierno, sino como órganos de clase[29] donde los trabajadores podían expresar sus deseos al Gobierno.
[2] Los kadetes pusieron, como condición para ingresar en el gabinete, que los socialrevolucionarios abandonasen su programa agrario;[31] la negativa de los SR los hizo ser hostiles al Komuch.
[33] Otros, sin embargo, trabajaron en los ministerios, aunque ninguno formó parte del Komuch propiamente dicho, ya que no había diputados mencheviques de la Asamblea en Samara.
[22] A finales de septiembre, el Komuch alcanzó un acuerdo para formar una región baskir autónoma.
[37] Hubo una clara derechización de la situación e incluso la fracción más izquierdista del Komuch indicó que el gabinete descartaba[40] implantar el socialismo:[38]
[48] En septiembre algunas regiones se rebelaron contra el Gobierno cuando este envió destacamentos en persecución de los desertores.
[42] La caída del Komuch en octubre evitó que este acabase resolviendo los problemas de suministro por la fuerza, como hizo el Ejército Rojo, que le arrebató la región en el otoño y se benefició de la excelente cosecha del año.
[48] La otra autoridad gubernamental destacable en la región era el Gobierno Provisional Siberiano (GPS),[49] con sede en Omsk, con el que el Komuch mantuvo tensas[50] relaciones.
[51][52] El GPS veía con malos ojos la tolerancia del Komuch hacia los soviets de trabajadores y su programa[38] agrario.
[53] Las disputas entre Samara y Omsk llevaron a un conflicto comercial[52][53] en el que el GPS escatimó el grano al Komuch mientras que este dificultó el suministro de petróleo y productos manufacturados al GPS.
[51] Muchos de los oficiales se sentían además atraídos por las fuerzas del GPS, desertando a estas en ocasiones.
[49] Aunque al comienzo el Komuch estuvo completamente dependiente del poderío militar checoslovaco y con escasas fuerzas propias —alrededor de trescientos hombres—,[56] posteriormente el Komuch formó sus propias fuerzas armadas, el llamado «Ejército Popular»,[45][57] cuyo reclutamiento[58] supuso su medida más impopular.
[64] Las tropas bolcheviques, desorganizadas[61] y mal preparadas, abandonaron precipitadamente la ciudad, que suponía el último obstáculo de importancia en el camino a Moscú.
[46] Las tropas reclutadas en esta localidad y en la cercana Vótkinsk, mandadas por Vladímir Kápel, se contaron entre las mejores del Komuch.
[60] Las deserciones eran enormes[58][59][66] y en agosto y septiembre, época de la cosecha, miles de soldados desertaron para regresar a sus aldeas cuando los bolcheviques se encontraban en pleno asalto contra las posiciones del Komuch.
[73] El 10[74] de septiembre los bolcheviques recuperaban Kazán,[75] atacado desde tres direcciones y bombardeado desde el Volga.
[81] La mayoría de sus miembros pertenecían al Partido Socialrevolucionario y su presidente fue el también eserista Nikolái Avkséntiev,[77] pero el poder real estaba en manos del Gobierno Provisional Siberiano.
[82][83] El acuerdo que permitió la creación del Directorio había sido defendido por la Legión Checoslovaca[54] y los Aliados desde el verano,[53] pero para cuando se logró el Ejército Popular se hallaba en disolución y Samara sin socorro posible.
[74][84] Allí se encontraron a merced de las fuerzas contrarrevolucionarias que avanzaban desde el Este.