Chitá fue fundada en 1653 por el cosaco Pyotr Béketov,[4][5] pero se le concedió el estatus de ciudad en 1851.
Los exiliados instruidos hicieron un esfuerzo para educar a los ciudadanos de Chitá y desarrollar el comercio.
Gracias a estos esfuerzos, la Ciudad se convirtió en un centro de comercio de primera magnitud en Siberia, en particular para los recursos naturales del área, como madera, oro y uranio.
Desde los años 1930 hasta el final del comunismo, Chitá fue una ciudad cerrada.
Durante este período, los extranjeros tenían prohibido viajar a Chitá.
La ciudad se encuentra en la Rusia asiática, en la parte central de Transbaikalia, en la cuenca Chitina Ingodinski y en las laderas de los montes Yáblonoi (en el oeste) y Cherskogo (en el este).
De acuerdo con la estructura geológica existen areniscas, limolitas, rocas volcánicas y granitos.
Chitá es un importante centro ferroviario regional y pasa el ferrocarril Transiberiano.