El Rúrik era un buque inusual en la flota rusa debido a que fue construido por Vickers en el puerto de Barrow-in-Furness, Inglaterra; mientras que la mayoría de los buques se construían en puertos nacionales.
A diferencia de su homónimo anterior, el Rurik perdido en 1904 frente a los japoneses, que ha sido descrito en la historiografía naval rusa como uno de los mejores cruceros acorazados construidos, con una protección muy avanzada para su época.
El barco tuvo un prolongado periodo de seguimiento mientras que los defectos se iban rectificando.
Todo el casco contaba con una blindaje Krupp (hecho principalmente de acero) y fabricado por Vickers.
El Rúrik fue el buque insignia de la Flota del Báltico durante la Primera Guerra Mundial y vio mucha acción, siendo dañado por las minas en varias ocasiones.