[17] En galés se denomina Dydd Gwener y Groglith, "Lectura del Viernes de la Cruz", en referencia a Y Groglith, un texto medieval galés sobre la Crucifixión de Jesús que tradicionalmente se leía el Viernes Santo.
[18] En griego, polaco, húngaro, rumano, bretón y armenio se suele denominar como el equivalente a "Gran Viernes" (Μεγάλη Παρασκευή, Wielki Piątek, Nagypéntek, Vinerea Mare, Gwener ar Groaz, Ավագ Ուրբաթ).
En árabe y maltés, se conoce como "الجمعة العظيمة" e Il-Ġimgħa l-Kbira ("Gran Viernes") respectivamente.
Allí fue interrogado con escasos resultados y enviado atado al sumo sacerdote Caifás, donde se había reunido el Sanedrín.
[20] Muchos testigos presentaron testimonios contradictorios contra Jesús, a los que éste no respondió nada.
[26] Pilato hizo que Jesús fuera flagelado y luego lo sacó a la multitud para liberarlo.
[27] Presentándose por última vez ante la multitud, Pilato declaró inocente a Jesús y se lavó las manos con agua para demostrar que no había participado en la condena.
No obstante, Pilato entregó a Jesús para que fuera crucificado con el fin de evitar un motín.
[47] La Celebración de la Pasión del Señor tiene lugar por la tarde, idealmente a las tres; sin embargo, por razones pastorales (especialmente en los países donde el Viernes Santo no es festivo), se permite celebrar la liturgia antes,[48] incluso poco después del mediodía, o a una hora más tardía.
[54] Antes de 1970, los ornamentos eran negros, excepto en la parte del rito correspondiente a la Comunión, en la que se utilizaba el violeta.
[61][62] En seguida, estando los fieles sentados, se inicia la Liturgia de la Palabra: se proclaman dos lecturas, la primera del profeta Isaías (el siervo sufriente) y la segunda de la Carta a los Hebreos, intercaladas por un salmo ("Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu").
El sacerdote celebrante va a los pies de la iglesia junto con dos personas (diáconos o monaguillos normalmente) que portan unos cirios, va avanzando con la cruz tapada con una tela oscura o roja y la va destapando mientras canta en cada etapa la siguiente aclamación: "Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la Salvación del Mundo", respondiendo los fieles y el coro "Venid a adorarlo", de modo que al llegar al Altar queda totalmente descubierta.
La celebración culmina sin impartirse la bendición, al igual que en el día anterior, ya que la celebración culminará con la Vigilia Pascual, y se invita a esperar junto a María la llegada de la Resurrección del Señor; pero, mientras tanto, se produce un profundo silencio y meditación sobre la muerte del Señor.
[70] En esta acción litúrgica se recoge una colecta destinada a financiar el mantenimiento de los Santos Lugares donde vivió Jesucristo.
En muchos lugares, por la mañana del Viernes Santo, al igual que el día siguiente, suelen predicarse retiros espirituales y se dispone de sacerdotes atendiendo confesiones.
No hay "despojo del altar" el Jueves Santo y Grande como en Occidente; en su lugar, todas las cortinas de la iglesia se cambian a negro, y permanecerán así hasta la Divina Liturgia del Sábado Santo.
La rica imaginería visual y el simbolismo, así como la conmovedora himnodia, son elementos notables de estas celebraciones.
Las lecturas son: Durante el oficio, todos se acercan a besar los pies de Cristo en la cruz.
Tras el Salmo 103 (104) y la Gran Letanía, se canta 'Señor, te llamo' sin lectura del Salterio.
El Prokimenon vespertino está tomado del Salmo 21 (22): "Se repartieron mis vestidos y echaron suertes sobre mi vestidura".
Luego hay cuatro lecturas, con Prokimena antes de la segunda y la cuarta: A continuación se canta un Aleluya, con versos del Salmo 68 (69): Sálvame, Dios mío, que las aguas llegan hasta mi alma".
[95] El clímax de la Enkōmia llega durante la tercera stásis, con la antífona "Ω γλυκύ μου ἔαρ", un lamento de la Virgen por su Niño muerto ("Oh, mi dulce primavera, mi dulcísimo niño, ¿dónde se ha ido tu belleza?").
Su estilo lingüístico alto ático sugiere una datación en torno al siglo VI, posiblemente anterior a la época de San Romano el Méloda.
En países como Malta, Italia, Filipinas, Puerto Rico y España se celebran procesiones con estatuas que representan la Pasión de Cristo.
Esto puede apreciarse en la fotografía inferior, donde se ha erigido un dosel rojo para cobijar al Papa, así como una cruz iluminada, con motivo de la ceremonia del Vía Crucis.
Durante ese tiempo, el luteranismo no hacía ninguna restricción a la celebración de la Eucaristía durante esta fecha; por el contrario, se consideraba un día ideal para ello, y los servicios religiosos se acompañaban a menudo con música acorde a la fecha, como la Pasión según San Mateo, compuesta por el músico luterano Johann Sebastian Bach.
Si bien se llama "Oficio de tinieblas", tiene poca semejanza con el rito monástico católico del mismo nombre actualmente suprimido.
[114] Algunas congregaciones bautistas,[115] la Iglesia de Dios de Filadelfia,[116] y algunas iglesias no denominacionales se oponen a la observancia del Viernes Santo, considerándola como una tradición católica, y en su lugar observan la crucifixión de Jesús el Miércoles Santo para coincidir con el sacrificio judío del cordero pascual (que muchos cristianos creen que es una referencia del Antiguo Testamento a Jesucristo).
[117][118] En muchos países y territorios de fuerte tradición cristiana, como Alemania, Australia, Bermudas, Brasil, Canadá, los países del Caribe, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, los países escandinavos, España, Filipinas, Finlandia, Hungría, Malta, México, Nueva Zelanda,[119][120][121] Perú, Portugal, Reino Unido, Singapur, Suiza y Venezuela, el día se observa como un fiesta pública o federal.
En Estados Unidos, 13 estados celebran el Viernes Santo como fiesta estatal: Carolina del Norte, Connecticut, Dakota del Norte, Delaware, Florida, Hawái, Indiana, Kentucky (medio día), Luisiana, Nueva Jersey, Puerto Rico, Tennessee y Texas.