Se puede encontrar numerosas referencias del ayuno judío en la Biblia hebrea (Antiguo Testamento).
En esencia, representa la aflicción del alma causada por el no satisfacer las necesidades o deseos de la carne.
Bebidas alcohólicas no rompen el ayuno; pero parecieran contrarias al espíritu de hacer penitencia.
[2] De similar manera, la iglesia ortodoxa etíope practica un ayuno parcial donde el practicante se abstiene de carne y leche; este ayuno toma lugar en ciertas ocasiones del año y suele durar algunas semanas.
[3] Para algunas de estas congregaciones, el ayuno por sí solo no logra todas estas cosas, sino que se requiere además de esfuerzo personal, disciplina, fe y corazón dispuesto.