[1] En la meditación interviene el pensamiento, la imaginación, la emoción y el deseo; los cuales son necesarios para profundizar en las convicciones de fe, suscitar la conversión del corazón y fortalecer la voluntad de seguir a Cristo (sección 2708).
[1] La meditación como reflexión orante permite al cristiano avanzar hacia la unión con Dios (sección 2708).
[1] La Lectio Divina tiene un paso llamado meditatio en la que la persona, con la ayuda del Espíritu Santo, trata de escuchar lo que Dios le dice a través de la Biblia.
En él se advierte a los católicos sobre los posibles peligros para la fe cuando se mezcla la meditación cristiana con estilos de meditación provenientes de otras religiones o sistemas filosóficos, como el hinduismo o el budismo.
[6] En el cristianismo ortodoxo no se suelen usar métodos de meditación discursiva como los empleados por los católicos.