Está ubicado en la avenida Matucana 501, frente a la estación de metro Quinta Normal.Los demás miembros han sido convocados a título personal, producto de su compromiso con los Derechos Humanos para respaldar la misión del Museo.Junto a ello, el Museo complementa esta misión con el fundamento de su existencia, según la cual:El edificio se encuentra en la esquina norponiente de avenida Matucana con calle Catedral, en el barrio Yungay.[9] El concurso fue adjudicado al un equipo de arquitectos brasileños, integrado por Mário Figueroa, Lucas Fehr y Carlos Dias.Para su ingreso, se construyó una rampa que permite el ingreso sutil a través de la explanada o a través de escalinatas por las calles Matucana y Chacabuco.[11] Frente al museo existe una explanada de seis mil metros cuadrados a la que se accede como una rampa desde calle Catedral, rodeada por escalinatas.Uno de los ingresos a la plaza confluye con una conexión directa a la estación Quinta Normal del Metro de Santiago, donde se encuentra un mural de Jorge Tacla creado en conjunto con otros artistas jóvenes, inspirado en versos del cantautor Víctor Jara, compuestos durante su detención en el Estadio Chile, previo a su ejecución.[12] Un gran mapa del mundo, construido con fotografías, muestra cómo los hechos ocurridos en Chile tienen su correlato en otros países.Los estados, por esta razón, han creado comisiones de verdad, reparación y reconciliación.Bajo el mapa se encuentran dispuestos unos cuadros individualizando a las comisiones creadas, las que han sido la base para resolver sus propios conflictos internos sobre derechos humanos y crear políticas de reparación.En el muro lateral se observan grandes imágenes del fotógrafo Chas Gerretsen mostrando las filas de personas llevadas en las primeras detenciones realizadas por los militares, muchas de las cuales serían posteriormente ejecutadas.Un video interactivo permite ver grabaciones de la televisión nacional e internacional relativo al golpe y las detenciones realizadas en los primeros días.Se documentan fotográficamente otras acciones como el uso del Estadio Nacional como lugar de detención y tortura, los allanamientos en poblaciones y los asilados en embajadas que partieron posteriormente al exilio.Entre los artistas que colaboraron estaban Joan Miró, Pablo Picasso y Oswaldo Guayasamín, entre otros.En un gran cubículo negro, dividido en pequeñas secciones, se muestra la tortura recibida por los detenidos de la dictadura militar.Frente a esta pared se encuentra una pantalla interactiva con digitalizaciones de diarios y videos con los diferentes lugares donde se encontraron fosas comunes y restos humanos.Saliendo del cubículo negro, se encuentra un pasillo con vitrinas que dan cuenta de la artesanía creada por los detenidos durante su cautiverio.En las vitrinas se puede apreciar uno de los recursos acogidos, el cual salvó la vida a Carlos Contreras, quien gracias a un accidente vehicular al ser detenido en la vía pública en 1977, quedó en el parte policial respectivo y la corte aceptó cursarlo.Una pantalla táctil permite navegar a través del mural y buscar una ficha con cada una de las víctimas incluidas.La lucha por alcanzar la democracia por parte del pueblo chileno se ve reflejada en distintas acciones que son recogidas en este museo.También se muestra la lucha estudiantil universitaria y secundaria, mostrando fotografías y recortes de prensa de marchas estudiantles para sacar a los rectores designados por la dictadura.También se recuerda el Caso Quemados, con la foto de los jóvenes Rodrigo Rojas Denegri y de Carmen Gloria Quintana, quienes fueron rociados con gasolina, quemados y abandonados en un camino rural por una patrulla militar.Una gran mesa decorada con una paloma tricolor realizada por la Brigada Ramona Parra, similar a las que se pintaban en las paredes en los grafitis nocturnos, muestra videos alusivos a la cultura durante la dictadura militar.Una gigantesca fotografía muestra el acto realizado por el presidente Patricio Aylwin en el Estadio Nacional al asumir el mando, en marzo de 1990.El tercer nivel del museo está destinado para exposiciones temporales y cuenta además con una cafetería.En el subsuelo del museo se encuentra el Centro de Documentación del museo, el cual cuenta con libros, testimonios orales y escritos, documentos jurídicos, cartas, relatos, producción literaria, material de prensa escrita, audiovisual y radial, largometrajes, material histórico y fotografías documentales, todos de libre disposición para los visitantes, historiadores e investigadores del periodo.[15] En la misma línea, se manifestó el historiador Francisco Javier González, quien dijo que la construcción del museo podría terminar “dividiendo a todos los chilenos” y que “la historia no la podemos parcelar sin dar cuenta del contexto y sus causas.”[14] En junio de 2012, Magdalena Krebs, directora de Bibliotecas, Archivos y Museos durante el gobierno de Sebastián Piñera, manifestó su disconformidad con el museo que a su parecer ofrece “una visión incompleta de los hechos” y que este debiera “contribuir a la armonía de la sociedad”.
Algunos retratos de víctimas de la dictadura.
Fachada norte del Museo (desde calle Chacabuco) en que se aprecia el edificio principal (la Barra) y su entramado de cobre, sobre las fuentes de agua y la explanada.
Vista aérea del conjunto del museo.
Una exposición ubicada en la explanada de la Plaza de la Memoria.
Sala “Derechos Humanos, desafío universal”, con muestras de todas las comisiones de Derechos Humanos que han surgido en el mundo.
Sala “11 de septiembre”.
Afiches de muestras de solidaridad internacional con la lucha anti Pinochet.
Catre metálico, conocido como «parrilla», donde se torturaba a los detenidos.