Caso Degollados

[4]​ Entre las pertenencias robadas estaba la libreta de apuntes del arquitecto y militante comunista Ramón Arriagada Escalante.[5]​ Durante el tiempo que fue retenido, Arriagada fue torturado e interrogado sobre el actuar de Parada y Guerrero.[3]​ En esa tarea Parada recibía la ayuda de Guerrero, quien en 1976 había sido detenido y torturado por la entonces desconocida organización.[5]​ Esa misma noche, desconocidos ingresaron a una oficina de la Agech ubicada en Londres 75B y secuestraron a cuatro dirigentes de la asociación: Mónica Araya, Eduardo Osorio, José Toloza y Alejandro Traverso.[5]​[4]​ La investigación posterior determinaría que Parada y Guerrero fueron llevados al cuartel de la Dicomcar en calle Dieciocho, el mismo recinto donde la década anterior había operado el Comando Conjunto.[9]​ El brutal triple homicidio, que sería conocido como «caso Degollados»,[10]​ generó conmoción e indignación en todo el país.[4]​[1]​ El 1 de agosto, tras cuatro meses de investigación, el juez Cánovas encargó reos a los dos presuntos pilotos del helicóptero policial que habría sobrevolado la escena del secuestro en los minutos previos al plagio, y dejó bajo arraigo a otros doce funcionarios, entre ellos el coronel Luis Fontaine Manríquez, jefe de la Dicomcar, el coronel Julios Luis Michea Muñoz, jefe de Asuntos Internos y Externos del organismo, y el teniente coronel Iván González Jorquera, jefe del GOPE.[15]​ En 1989 el juez se acogió a retiro y asumió como ministro en visita Milton Juica.[8]​ En mayo de 1990 un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez asesinó al coronel (r) Luis Fontaine Manríquez, en venganza por el caso Degollados.[8]​[17]​ Al año siguiente, la Corte Suprema finalmente confirmó cinco de las seis condenas a presidio perpetuo: Guillermo González Betancourt, José Fuentes Castro, Alejandro Sáez Mardones, Claudio Salazar Fuentes y Miguel Estay Reyno.