Sin embargo, pasaría casi un decenio antes de que este comenzara a actuar.
[21] En el mismo año, miembros del FPMR secuestran a Gonzalo Cruzat (11 años)[22][23] El FPMR actuó como entidad autónoma del comunismo chileno, mientras que el partido seguía luchando políticamente contra Pinochet.
[25] Sin embargo, según fuentes estadounidenses el FPMR nunca habría tenido más de cincuenta o cien combatientes armados;[26] otras dan cifras diez veces mayores.
[30] En el ataque murieron cinco escoltas presidenciales,[31] mientras que Pinochet sufrió solo heridas leves en una de sus manos.
[30] Revelaron también serios errores cometidos por la CNI, que facilitaron la huida de los guerrilleros.
Además, el fiscal militar Fernando Torres Silva, a pesar de los interrogatorios bajo tortura a los que fueron sometidos los pocos detenidos, no pudo establecer quién fue realmente el comandante del atentado y se lo atribuyó a César Bunster —hijo del abogado Álvaro Bunster, embajador en el Reino Unido durante el gobierno de Salvador Allende—, frentista que facilitó su identidad para el arriendo de los inmuebles y automóviles de la operación.
[35] El fracaso de la internación de armas de Carrizal Bajo y de la Operación siglo XX fue el detonante del distanciamiento del Frente con el PCCh, organizaciones que tenían ya diferencias estratégicas: en 1987 este último, "con Pinochet aún en el poder y tras comprobarse que el año anterior no había sido “el decisivo” para el fin de la dictadura", cambió su línea apostando por una salida política y no armada, por lo que la rebelión popular fue desechada y "el FPMR pasó a ser un instrumento menor del partido y los “comandantes” históricos que no fueron asesinados se escindieron para seguir funcionando autónomamente".
[39] Como resultado, parte de los frentistas depuso las armas y se transformó en el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez bajo la dirección del PC, grupo que posteriormente también se desvinculó de este partido.
En ella precisamente perdió la vida el líder del grupo, Raúl Pellegrin: tras la toma, a fines de octubre de 1988, del poblado de Los Queñes, en la séptima Región, los frentistas se repliegan y algunos son detenidos; se presume que Pellegrin, junto Cecilia Magni, fueron capturados por Carabineros el día 27 y sus cuerpos aparecieron el 30 en el río Tinguiririca.
[42] El mando del Frente lo asumió Galvarino Apablaza, el comandante Salvador, secundado por Enrique Villanueva (comandante Eduardo) y Roberto Nordenflycht; a la muerte de este último, Mauricio Hernández (Ramiro), ocupa su lugar.
[46] Golpeado, el Frente no ejecutó acciones durante varios años,[45] pero asesinó a Valenzuela en octubre de 1995.
Según palabras del FPMR: "La operación se había comenzado a preparar un año atrás luego de ser gestada y decidida por la Dirección Nacional del Frente Patriótico Manuel Rodríguez con el único objetivo de liberar a sus prisioneros políticos, entre ellos a 'Ramiro', segundo jefe de la organización, detenido tres años antes".
Al no encontrar gran resistencia por parte de los gendarmes desde el helicóptero se lanzó la señal, que era un "balde amarillo".
Luego de eso lanzaron el canasto para que los frentistas pudieran ingresar.
[3] Diversos integrantes del Frente que abandonaron la lucha armada gestaron su reorganización durante un período de varios años denominado Proceso de Discusión Interna (PDI), que desembocó en el Primer Congreso, celebrado en 2003.
[54] En el año 2018 Brasil advirtió que ya no podía extender la estancia en prisión de Hernández.
[59][60] En este resurgimiento de facciones del FPMR-A es común que realice comunicados conjuntos con el MIR-EGP-PL.
[62][63] También, en el comunicado mencionan que la cacería humana con la persecución durante la época de las dictaduras militares.