Mauricio Hernández

[2]​ Fue detenido y condenado en Brasil a 30 años de cárcel por el secuestro del empresario local Washington Olivetto en 2001.

Era considerado uno de los comandantes “duros”; aunque su preparación política era escasa, tenía respaldo al interior del FPMR por haber emergido desde las bases.

A Hernández Norambuena se le atribuye la autoría intelectual del asesinato del senador Jaime Guzmán, realizado en 1991 en una etapa en la que el Frente se encontraba discutiendo entre dos alternativas: la continuidad de su política militar o el repliegue táctico.

Luego de desavenencias con el gobierno de Fidel Castro, en 1998 debió abandonar Cuba; viajó a Nicaragua, El Salvador y posteriormente, si bien no se sabe por cuánto tiempo, a Colombia.

[3]​ Pocos días después, concedió una entrevista al diario Estado de Sao Paulo en la cual criticó duramente las condiciones en que se encontraba detenido.

[5]​ Durante su período cumpliendo condena en Brasil, Hernández Norambuena estuvo en contacto con miembros del cartel criminal Primeiro Comando da Capital (PCC), se tornó una figura muy cercana y un mentor para el líder del PCC Marcos Willians Herbas Camacho (conocido como Marcola).

[cita requerida] Muy cercano a su madre, sus actividades clandestinas lo alejaron de ella en 1984.

Pedía un café para conversar, pensaba cada respuesta, y argumentaba todas sus acciones con dialéctica política.

[cita requerida] Durante la espectacular fuga en helicóptero ocurrido en 1996, Hernández estuvo a punto de caer al vacío, pues solo alcanzó a coger la canasta cuando esta ya estaba despegando y además esta canasta golpeó una muralla alta.

Por ello debió sostenerse prácticamente todo el trayecto sujeto solo de sus brazos.

También se dio tiempo para bromear por la rigurosa vigilancia a la que fue sometido diciendo: "Es mucha gente para tan pocas personas".

Mural sobre la fuga de los frentistas .
Cartel que pedía la libertad de Norambuena de su encarcelamiento en Brasil (2018).