Secuestro de Cristián Edwards

Según consta en las declaraciones de Mauricio Hernández en el proceso por la muerte del senador Jaime Guzmán, durante una reunión de la cúpula frentista que integraban además Galvarino Apablaza y Juan Gutiérrez Fischmann, se concluyó que era necesario realizar una operación de envergadura para solventar los gastos que demandaba el funcionamiento del FPMR.

Además era distraído con música permanente y sin luz natural para desorientarlo respecto al paso del tiempo.

Durante el tiempo que se prolongó el cautiverio los frentistas jamás se atribuyeron el secuestro del entonces gerente de diarios regionales de El Mercurio.

Las negociaciones entre los secuestradores y la familia Edwards se realizó mediante una serie de anuncios clasificados publicados en El Mercurio en los días que duró el cautiverio.

Poco después de su liberación, el ejecutivo —quien nunca se ha querido referir al tema, cultivando un bajísimo perfil— se radicó en Estados Unidos, donde trabajó en The New York Times hasta mediados de 2009, fecha en que retornó a Chile para desarrollar labores administrativas en El Mercurio S.A.P.