Como vías alternativas, desde principios del siglo XXI se ha alentado a sus adherentes a continuar haciéndose presentes en movimientos sociales, manifestaciones, actividades autogestionarias, y principalmente en el liderazgo estudiantil en las universidades.
Actualmente, el MIR está representado por los dirigentes Demetrio Hernández y Mónica Quilodrán.
[35] A dicho Congreso asistieron:[36][35] En el I Congreso Fundacional de 1965 fueron aprobados tres documentos, en este orden: la Tesis insurreccional (su título era «La conquista del poder por la vía insurreccional»)[35] la Declaración de Principios y el Programa.
[40][41] La Declaración de Principios del MIR, expresa al inicio:[26] Y en su Artículo VII:
En 1969 Luis Vitale, miembro fundador del partido, fue expulsado junto al resto de los trotskistas que aún permanecían en la organización.
Posteriormente dejarían también la organización el sindicalista Clotario Blest,[43] Ernesto Miranda y los anarquistas.
[45] Entre 1970 a 1973, el MIR se convierte en un partido de masas, con influencia a nivel nacional y en disputa con aquella izquierda partidaria del reformismo, es decir, con los sectores que apoyaban mantener el proceso político de la Unidad Popular por un cauce legal e institucional.
Esta disputa la dará principalmente contra el Partido Comunista en los distintos frentes sociales.
En la mañana de ese día, los miristas se reunieron en secreto en fábricas e industrias de Santiago, aguardando instrucciones y armas para defender el gobierno, pero las estrategias e indicaciones no estaban claras ese día.
Miguel Enríquez y otros dirigentes del MIR, en tanto, pretendían reunirse con el aparato militar del Partido Socialista que se encontraba recluido en la fábrica Indumet (ubicado en la comuna de Cerrillos) junto a otros trabajadores.
Sin embargo, su llegada fue frustrada por Carabineros totalmente armados, por lo que debieron huir y recluirse en sus casas de seguridad.
En 1989 colaboraron en España con la banda terrorista ETA en el secuestro durante ocho meses del empresario Emiliano Revilla, siendo condenados por la Audiencia Nacional de España por colaboración Alexis Alberto Corvalán Muñoz, René Miguel Valenzuela Bejas y Gonzalo Boye Tusset.
[57][58] Por otra parte el denominado "MIR político o Gutiérrez" fracasó en su intento de desarrollar una estrategia de inserción en el proceso político que se abrió luego del plebiscito de 1988, con lo cual finalmente terminó auto disolviéndose como fracción el año 1990, dando origen en ese proceso a otras tres agrupaciones menores: los que postulaban emigrar al Partido Socialista o a otras organizaciones de centroizquierda, argumentando que el MIR ya no tendría sentido con el fin de la dictadura; la llamada Dirección Nacional Provisoria encabezada por Carlos Lafferte, Luciano Vejar, Mauricio Chamorro y Pedro Huerta, fundada por un grupo de direcciones regionales que apostaban por la continuidad del MIR y del proyecto revolucionario en un nuevo contexto político, generando las alianzas con otros grupos de izquierda que dieron forma en 1991 al Movimiento de Izquierda Democrática Allendista (MIDA); y, por último, el que actualmente mantiene su identificación con la organización histórica encabezada desde ese momento por el dirigente Demetrio Hernández, exmiembro del comité central del MIR Político.
[73] Este grupo clamó se parte del MIR que combatió tanto a la dictadura como al gobierno de transición.
[83] Durante la década de 2000, la Juventud Rebelde Miguel Enríquez (JRME), brazo juvenil del MIR, retomó el trabajo político entre el estudiantado, disputando puestos dirigentes a nivel de enseñanza secundaria y superior.
[87][88] Otra escisión notoria fue el MIR-Ejército Revolucionario del Pueblo/Batallón Chile, (MIR-EPR/BC) que comenzó a publicar de 2008 hasta 2013.
[95] Intentó en 2007 constituirse como partido político, junto a otros movimientos políticos, dentro del Movimiento Democrático de los Pueblos, que no logró cumplir los requisitos legales y fue disuelto por el Servicio Electoral de Chile en 2009.
[97] El grupo se solidarizo con el arresto de Roberto Martino reconocido activista argentino, dirigente del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR) y militante del Frente de Acción Revolucionaria (FAR).
Así también, mantiene una presencia política constante aunque minoritaria en el pleno de la Fech.
[115][116][117] En un comunicado, el MIR-EGP clamó que dos militantes suyos murieron durante el asalto a una sucursal del Instituto de Previsión Social en la ciudad de Machalí en 2005 que dejó como saldo dos guerrilleros y un guardia muertos, esto mencionado en un comunicado lanzado diez años después.
[128] Meses después el grupo lanza un comunicado repasando la revolución bolchevique y otros levantamientos alrededor del mundo.
[144] Simplemente se esperaba que el militante neutro fuese capaz de sacrificar cualquier pretensión personal en nombre de la revolución, sin reconocer las diferentes posiciones sociales entre hombres y mujeres respecto a los hijos.
[144] Aun así hubo mujeres que accedieron a puestos de autoridad dentro del esquema mirista.
Se esperaba que las mujeres fungieran como asistentes en la militancia de sus compañeros, subordinadas a sus órdenes.
Estas tareas eran naturalizadas como responsabilidades de la mujer y, en la lucha revolucionaria, eran ampliamente desvalorizadas.
El vuelo de la memoria, Carmen Castillo recuerda como su pareja Miguel Enríquez, fundador del MIR, le decía: “Catita, no tienes ninguna formación, actúas instintivamente, es insuficiente, ponte a trabajar en serio, no seas floja... Ella protesta, cómo quiere que estudie si no tiene tiempo con las tareas militantes, las niñas y el hogar y... sí, él”.
[142] Al respecto, Carmen Castillo relata que: “No nos planteábamos la cuestión de si éramos mujeres y militantes, todos éramos militantes: hombres, mujeres, jóvenes, obreros, campesinos, indígenas, etc.
Empezaron como una organización enfocada en la lucha femenina contra la dictadura, especialmente en nombre de las presas políticas.
Sin embargo, conforme siguieron movilizándose como colectivo, fueron enfocándose en la opresión específica de las mujeres.
Poco después, las mujeres de la CODEM realizaron un Encuentro Nacional en Concepción, donde se declararon una organización abiertamente feminista.