La burguesía de la época miraba a París como el modelo a imitar,[1] y ello se expresa con claridad en la ampliación urbana, que abandona la casa solariega de patios por el Petit Palais.
En un año (1872-1873) se conceden en Santiago 448 permisos de edificación; la Iglesia de San Ignacio es erigida entre los años 1867 y 1872; en 1871 se inicia la construcción del Palacio Cousiño; en 1876 se pavimenta su calzada con adoquines de madera, y en 1908 se construye el Palacio Íñiguez, diseñado por los arquitectos Alberto Cruz Montt y Ricardo Larraín Bravo.
En 1983, el barrio fue declarado Zona Típica con el fin de proteger la gran variedad arquitectónica del sector.
[2] También, se encuentra la Residencia Universitaria Cardenal Caro (RUCC), que acoge estudiantes de diversas regiones del país en su paso por la educación superior desde hace ya más de 100 años.
El Palacio Cousiño (incluyendo los jardines), y la Iglesia de San Ignacio fueron declarados Monumentos Históricos.