[2] El edificio posee tres pisos y mansarda, con reminiscencias del renacimiento francés, y una gran cantidad de detalles naturalistas en su fachada, que lo aproximan al art nouveau.
[3] El primer nivel fue destinado para albergar locales comerciales, entre ellos la tradicional Confitería Torres, o Café Torres, mientras que los pisos superiores fueron destinados para 3 residencias de la familia Íñiguez Undurraga, cada una con accesos independientes —originalmente poseía 4 viviendas, sin embargo una fue vendida—.
[3][4] Actualmente es utilizado para oficinas e instituciones que han modificado su arquitectura interior original.
A este patio llegaban los productos de los fundos Tantehue y Popeta para ser comercializados en Santiago.
Con el pasar del tiempo mi padre, Eduardo Iñiguez Tagle heredó dicha esquina y comenzó a edificar su casa en ella, pues residía en su fundo Santa Ana y tenía a su familia en la casa de su suegro, Francisco Ramón Undurraga Vicuña.