Joaquín Sabina

[6]​ Por esa época, tuvo a su primera novia, Virtudes Antero «Chispa», que le sirvió como inspiración para crear algunos poemas de amor.

Joaquín vivió por primera vez con una mujer, llamada Lesley, que preparaba su tesis de español en Granada.

[9]​ En 1970 comenzó a colaborar con la revista Poesía 70, donde coincidió con otros autores como Luis Eduardo Aute o Carlos Cano.

[9]​ Estos versos constituirían el grueso principal dos años más tarde de su primer disco, Inventario.

En ese mismo año se casó con Lucía Inés Correa Martínez, una argentina que había conocido en Londres durante su exilio.

[9]​ Su propietario, Pedro Serra, le ofreció quedarse en plantilla, pero rehusó y, al acabar el servicio militar en 1978, se instaló en Madrid con su mujer.

[9]​ Uno de los temas que interpretaron fue «El hombre puso nombre a los animales (Con su bikini)», versión paródica del tema de Bob Dylan «Man Gave Names to All the Animals» que, según parece, el propio autor le prohibió tocar.

[15]​ Al local acudió un día el periodista Fernando García Tola, que los invitó a su programa de televisión Esta noche, presentado por Carmen Maura.

[9]​ Comenzó a actuar con la que sería su primera banda, Ramillete de Virtudes y le añadió a su viejo repertorio nuevas composiciones cada vez más orientadas hacia el rock y con más ritmo como «Pisa el acelerador» y «Juana la Loca», canciones que, poco después, formarían parte del que sería su tercer LP —sin contar el disco grabado en La Mandrágora—, Ruleta rusa, publicado en 1984.

El álbum incluía la banda sonora, escrita junto a Pancho Varona, de la película Sinatra.

[19]​ De nuevo sin el visto bueno del cantante, su antigua discográfica lanzó otro recopilatorio: Mucho Sabina.

Le siguió Esta boca es mía (1994), álbum que fue el octavo más vendido en la lista anual de 1994 en España.

[9]​ Este mismo año participó, junto con otros importantes artistas, en la gira Mucho más que dos de Ana Belén y Víctor Manuel.

[25]​ En 1997 fue recibido por Fidel Castro, con quien conversó durante cinco horas[26]​ y se embarcó en un proyecto con el músico argentino Fito Páez, que admiraba las cualidades poéticas de Sabina.

En esa oportunidad se cancelaron más de 70 conciertos que tenían vendidos y promocionados alrededor del mundo.

[28]​[29]​ Tras romper con Cristina Zubillaga, comenzó a salir con una porteña de 23 años, Paula Seminara, relación que duró un año y medio.

[44]​ Dicho álbum se posicionó como el decimosexto más vendido en la lista anual de 2002 en España.

[46]​ En el disco contó con la colaboración de Pablo Milanés en «La canción más hermosa del mundo», que antes ya había versionado con Pasión Vega.

[47]​ En este tiempo seguía bajo los efectos de la depresión y redujo su actividad musical, pero potenció enormemente su faceta literaria como poeta.

[60]​ Al mismo tiempo, comenzó a colaborar con la revista Interviú, que le cedió la tercera página para publicar sus sonetos.

[67]​ También sacó a la venta Esta boca sigue siendo mía, segunda parte de los sonetos publicados para Interviú, y A vuelta de correo, epistolario que recoge la correspondencia entre el cantautor y diferentes personalidades como el subcomandante Marcos o Fito Páez, entre otros.

Para presentar ese nuevo álbum, inició una gira en Salamanca, donde dio sus dos primeros conciertos los días 20 y 21 del mismo mes.

Además, anunciaron una gira de presentación del disco que los llevaría por Argentina, Chile, México, Estados Unidos, Costa Rica y España.

[85]​ En 2013, publicó el libro Muy personal, que incluía dibujos, poemas empezados y letras de canciones inacabadas.

Afirmaban que el cantante «elevó el arte de escribir canciones en español a alturas inesperadas, creando un universo musical caracterizado por su poesía excéntrica pero sencilla y sus agudas observaciones sociopolíticas que han influido a varias generaciones».

Esta noticia causó gran revuelo en redes sociales a gran parte del público, al no recibir ninguna explicación por parte del cantautor de la ruptura con el músico más activo y más veterado de la formación, tanto en estudio como en directo.

[105]​ Sobre este tema, Marcela Romano apunta en ¿La enunciación en persona?, que «al modelo de productor individual, discretamente implicitado en la escritura, sucede otro fuertemente explícito, presente, quien, simultáneamente con el texto, exhibe la voz, el cuerpo, los gestos, la vestimenta»,[106]​ al que denomina «sujeto espectacular».

Neyret valora al Barroco como un período de crisis y lo vincula con la posmodernidad debido a su «pesimismo e ironía esenciales».

Lola Pérez Costa vincula algunas canciones de Sabina, como «Calle Melancolía», «Inventario» o «Siete crisantemos», con el Barroco.

[111]​ Del mismo modo, las características formales básicas del Barroco son evidentes en sus letras: «léxico de uso corriente entrelazado con cultismos, equívocos, retruécanos, contrastes y antítesis, así como construcciones anafóricas y enumeraciones asindéticas, estos últimos, las dos principales tropos de la poética sabiniana».

Joaquín Sabina como recluta, c. 1978.
Joaquín Sabina durante un concierto. Al fondo, Antonio García de Diego , 2006.
Joaquín Sabina y Olga Román durante un concierto, 2006.
Durante un concierto en Gran Canaria en 2006.
Joaquín Sabina en la Feria del Libro de Madrid en 2007.
Joaquín Sabina tocando la guitarra durante un concierto de la gira Vinagre y rosas en Madrid el 15 de diciembre de 2009.
Joaquín Sabina y Pancho Varona junto a todo el elenco del musical Más de cien mentiras el día del estreno de la obra.
Joaquín Sabina utilizó algunos de sus dibujos durante la gira «500 noches para una crisis» de 2015.
Sabina en concierto con Estopa en el Palau Sant Jordi a finales de 2009.
Sabina en el Movistar Arena de Santiago de Chile en marzo de 2011.
Joaquín Sabina durante un concierto de la gira Carretera y top manta , con sus típicos chaqué y bombín .
Joaquín Sabina, en 2006, firmando ejemplares de su libro Ciento volando de catorce en La Habana ( Cuba ).
Homenaje espontáneo a Joaquín Sabina en el barrio de Malasaña de Madrid. [ 115 ]