Según palabras del propio Sabina, la elección del grupo Pereza para realizar esta colaboración fue: El sencillo «Tiramisú de limón», es una canción en medio tiempo que comienza con aire porteño, para después cambiar a rock, con un sonido compacto y potente, acompañado por César Pop tocando el acordeón y con Joan Manuel Serrat, Guti, Pancho Varona y Antonio García de Diego en los coros.
[7] Otra de las canciones fue compuesta junto al poeta y también amigo Luis García Montero.
Sabina tenía compuesta esa canción desde hacía varios años, pero nunca había sido editada.
[6] La canción «Menos dos alas» está dedicada al poeta Ángel González, amigo del cantautor y fallecido en 2008.
Después la gira pasó por Vigo, Zaragoza, Valencia, Pamplona, San Sebastián, Bilbao, Roquetas de Mar, Córdoba, Madrid, Barcelona, Granada y Málaga, entre otras ciudades españolas.
[8] Esta gira, según afirmó el propio cantautor, sería la última que realizara por grandes escenarios.
Juan Puchades afirma que «no es un mal disco, es, simplemente, flojo» y respecto al trabajo de producción «cuando los productores [...] han decidido meter algo de voltaje lo han hecho con guitarras bastante convencionales, feas e incluso horteras, de aquellas que caen en el peor rockismo» aunque destaca como las mejores canciones «Menos dos alas» (dedicada al poeta Ángel González), «Cristales de Bohemia», «Agua pasada» o «Parte meteorológico» y afirma que «Sabina en Vinagre y rosas canta como quiere».
El espejismo funciona si te niegas a reconocer que todo lo has gozado antes, y en versiones superiores, en otros álbumes suyos» y opina que las letras de las canciones han perdido su calidad cuando han sido encajadas con la música.