El retruécano o conmutación[1] es una figura retórica de repetición que consiste en un quiasmo al que se le ha añadido también el cruce de las funciones sintácticas de los términos implicados.
Por ejemplo, «hay muchos que siendo pobres merecen ser ricos, y los hay que siendo ricos merecen ser pobres.» (Quevedo).
En este ejemplo se tiene, en primer lugar, el quiasmo que consiste en el intercambio de posición en el texto de los términos pobres y ricos; pero, en este caso, se habla de retruécano porque, además, las funciones sintácticas también han sido cruzadas: en su primera aparición, ricos es el atributo de ser; pero en la siguiente frase, el atributo pasa a ser pobres.
Otros ejemplos: Son unos cuantos los "aforismos" que utilizan el retruécano, jugando con la polisemia y la homofonía de algunas palabras, y sin descuidar tampoco la semántica y la etimología de cada término.
De ese modo se manejan vocablos, conciliando conceptos antitéticos e incluso antinómicos, y frecuentemente alternando entre reflexiones humorísticas (del tipo, por ejemplo, de las usadas por Woody Allen y Juan Verdaguer) y reflexiones trágicas (Sofocles, Euripides), sin olvidar que estas sentencias siempre vehiculan conceptos y mensajes profundos y duraderos como personas.