Las meninas

Acabado en 1656, según Antonio Palomino, fecha unánimemente aceptada por la crítica, corresponde al último periodo estilístico del artista, el de plena madurez.

Es una pintura realizada al óleo sobre un lienzo de grandes dimensiones, donde las figuras situadas en primer plano se representan a tamaño natural.

Desde entonces se han ofrecido de él diversas interpretaciones, sintetizadas por Jonathan Brown en tres grandes corrientes.

[3]​ La realista, cronológicamente la primera, defendida por Stirling-Maxwell y Carl Justi, ponía el acento en la fidelidad del «momento captado» con la que el pintor se anticipaba al realismo de la fotografía, valorando con Édouard Manet y Aureliano de Beruete los medios técnicos empleados.

[7]​[8]​ Un espejo colocado al fondo refleja las imágenes del rey Felipe IV y su esposa Mariana de Austria, medio del que se valió el pintor para dar a conocer ingeniosamente lo que estaba pintando, según Palomino, aunque algunos historiadores han interpretado que se trataría del reflejo de los propios reyes entrando a la sesión de pintura o, según otros, posando para ser retratados por Velázquez: en este caso, la infanta Margarita y sus acompañantes estarían visitando al pintor en su taller.

La falta de definición aumenta hacia el fondo, siendo la ejecución más somera hasta dejar las figuras en penumbra.

[14]​ El pintor se encontraba, después del regreso de Italia, en plena madurez vital y artística.

Zurbarán testificó y tomó parte activa en el proceso que finalmente permitió a Velázquez ingresar en la Orden de Santiago.

El estado actual de la pintura es excepcional, especialmente si se tiene en cuenta su gran tamaño y antigüedad.

En primer término se puede observar un perro, un mastín español,[41]​ que está en una actitud de reposo, sin inquietarse ni siquiera cuando siente el pie del enano Pertusato.

[43]​ En ambos se han fijado quienes buscan intenciones simbólicas en Las meninas, interpretándolos en sentido político, suponiendo en la elección de sus asuntos ocultas alusiones a la obediencia debida a los reyes y al castigo que acarrea incumplirla,[44]​ o como una reivindicación de la superioridad de las artes mayores consideradas como un oficio noble, frente a los oficios manuales y mecánicos representados en el trabajo artesanal.

Velázquez en su evolución artística entendió que para plasmar con exactitud cualquier forma solo se precisaban unas determinadas pinceladas.

[50]​ Sistemáticamente Velázquez busca neutralizar los matices destacando solo algunos elementos para que la intensidad cromática no predomine en general.

Las medidas originales fueron ligeramente retocadas en una primera restauración, en la que el cuadro se volvió a entelar.

Según dijo Delacroix usaba un «empaste neto y al mismo tiempo rico de matices».

Los personajes son tratados de forma naturalista, ya sea la menina Agustina Sarmiento ofreciendo la cerámica con agua o la propia infanta Margarita.

Todos los personajes del cuadro están introducidos en una escena donde la luz trata la atmósfera como punto de unión entre ellos.

Los personajes reflejados en el espejo están elaborados de manera más rápida y con una técnica esbozada.

Ante esa aparición, la acción se detiene y los que ya han advertido la presencia de los reyes, no todos, dirigen hacia ellos sus miradas.

En ese momento las miradas se dirigen hacia ellos, Velázquez interrumpe su labor y Pertusato despierta al perro que ha de acompañar a su ama.

Por un lado la infanta y su grupo están mirando desde distintos puntos hacia ese espacio externo que Velázquez está pintando.

total discreción para contemplar la obra de su vida, su “Familia”, en el sentido más amplio del término.

[81]​[82]​ Muchos artistas del Renacimiento emplearon la sección áurea en sus dibujos, por ejemplo el gran maestro Leonardo da Vinci.

Según Janson, no solamente la infanta y sus sirvientes están presentes para distraer a la pareja real, sino que la atención de Velázquez se concentra en ellos mientras pinta su retrato.

[90]​ Aunque solo se pueden ver reflejados en el espejo, la representación de la pareja real ocupa un lugar central en la pintura, tanto por la jerarquía social como por la composición del cuadro.

Jonathan Miller se hace la pregunta: «¿Qué tendríamos que pensar de las caras difusas del rey y la reina en el espejo?

particular) perteneció a Ceán Bermúdez, quien escribió en su margen inferior: "Mengs se ponía de mal humor (al ver "Las meninas") diciendo que él era un collón (por no poder igualarlas)".

Cuando la plancha llegó a Madrid la Compañía se hallaba en crisis y quedó sin publicar hasta algunos años más tarde, cuando el cuadro había pasado ya de palacio al Museo del Prado, como consta por la inscripción al pie.

En la primera interpretación pintó la escena completa y sin color, solamente con grises; a Velázquez lo representó con una medida mucho más grande, su cabeza llega a tocar el techo y destaca sobremanera en su pecho la cruz de la orden de Santiago.

Una versión reducida del cuadro se conserva en el palacio campestre de Kingston Lacy, en Dorset, Inglaterra (Reino Unido).

Infanta Margarita Teresa de Austria , personaje central de Las meninas .
Numeración de los personajes de Las meninas .
A la izquierda del cuadro, se encuentra el pintor delante de una gran tela; se considera que este es el mejor autorretrato de Velázquez . Sobre su pecho se añadió posteriormente el emblema de la orden de Santiago .
María Agustina Sarmiento de Sotomayor , menina real, en Las meninas .
Esquema geométrico de composición de Las meninas . Amarillo : ejes del centro de la imagen. Azul : eje del tercio de la imagen. Verde : Punto de fuga geométrico. Rojo : Punto de fuga de los Reyes.
Las meninas con la línea imaginaria correspondiente a la constelación Corona Borealis .
Detalle de la puerta del fondo donde se encuentra José Nieto , punto de fuga del cuadro.
Detalle de Las meninas . Espejo del fondo donde están reflejados Felipe IV y Mariana de Austria .
El matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck (1434). Es una imagen reflejada en un espejo, como en la pintura de Las meninas y es muy posible que inspirara a Velázquez. [ 93 ]
Detalle del espejo de El Matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck . Van Eyck se muestra a sí mismo mediante el espejo. El espejo de Las meninas puede ser visto como una imagen que pretende representar la pareja real dentro del espacio pictórico.
Venus del espejo , de Diego Velázquez (1644-1648), 122,5 x 177 cm , National Gallery de Londres .
La familia del pintor Juan Bautista Martínez del Mazo .
John Singer Sargent , Las hijas de la familia Boit , 1882.
Las meninas de Manolo Valdés .
Las meninas de Kingston Lacy .