Velázquez falleció en 1660, por lo cual la llegada del pintor cordobés a Madrid hubo de ser como muy tarde ese año.
Este dibujo se guarda en París, en la Fondation Custodia (colección de Frits Lugt).
En Madrid, Juan de Alfaro se aficionó a la pintura de Anton Van Dyck, bien representado en las colecciones reales y de la nobleza; las novedades del pintor flamenco las introdujo luego en Córdoba.
Los estudiosos sobre Diego Velázquez recuerdan a Juan de Alfaro no tanto por su calidad artística como por su proximidad al pintor sevillano.
Hubo de escribir una biografía de él, y Palomino la conoció y tomó datos de ella para su documentada biografía del autor de Las meninas; pero por desgracia el manuscrito de Alfaro no llegó a publicarse y se perdió.