Pentimento (arte)

Los cambios pueden percibirse en las capas subyacentes del cuadro, por el contraste de estas con las capas superficiales, o debido a una perceptible modificación del primer tratamiento pictórico de un determinado elemento sobre el que se ha repintado.

Algunos pentimenti pueden notarse a simple vista mediante una inspección cuidadosa del cuadro; otros, por el contrario, solo se perciben por medio de las transparencias que, tras varios siglos, van adquiriendo algunas pinturas.

Por último, unos cuantos arrepentimientos, situados en capas inferiores, solo pueden ser vistos mediante métodos modernos de inspección visual tales como los rayos x y la reflectografía infrarroja.

Por ejemplo, permiten certificar –con mayor seguridad– autorías, y distinguir originales de copias, ya que en éstas suele no haber pentimenti, aunque se ha puesto en duda esta observación.

Una actividad similar, conocida como palimpsesto (grabado de nuevo), ha ocurrido en escritura,[2]​ arqueología,[3]​ arquitectura y en geología.

Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa , por Jan van Eyck , National Gallery, Londres , 1434. Las alteraciones percibidas en este cuadro gracias al análisis por infrarrojos estriban en diferentes cambios de posición tanto de las cabezas de ambos retratados (con implicaciones en la dirección de las miradas) como en los pies.
El bufón Calabacillas , de Diego Velázquez , muestra un arrepentimiento a la derecha: inicialmente, la calabaza era una jarra.