Herman Braun-Vega

Aunque su obra siempre ha sido figurativa, fue al principio (antes de 1970) cercana a la abstracción.Braun-Vega, que se había marcado la línea de conducta de no pintar para no decir nada, se definía más bien como un testigo que quiere activar la memoria del espectador.[4]​ Su padre, Francisco Braun Weisbrod, era judío, nacido en 1902 bajo el Imperio austrohúngaro, en la ciudad de Stuhlweissenberg (Székesfehérvár), en la actualidad en territorio húngaro.Su madre, Armida Vega Noriega, había nacido en Iquitos, capital de la Amazonia peruana.Presentado por su hermano al poeta Jean Sénac, se sumergió en el ambiente artístico parisino de forma privilegiada como residente del Hôtel du Vieux-Colombier, dirigido entonces por Maria Manton y Louis Nallard.A continuación, Herman tuvo que abandonar la pintura y dedicarse al diseño de interiores.Mientras vivía en París, no olvidó Perú e hizo muchos viajes de ida y vuelta a Lima.La prensa peruana se interesó pronto por el éxito de este compatriota entre la crítica parisina.Tras este doloroso episodio, acabó encontrando una compañera mucho más joven, Violette Wojcik, una entusiasta admiradora, a la que se le diagnosticó leucemia sólo unos meses después de su encuentro.En 2014, él mismo sufrió la enfermedad de Parkinson y completó con dolor sus últimos cuadros.Devastado por la pérdida de Violette en 2016, su salud no le permitió asistir al funeral.En junio de 1992, en una entrevista con Eduardo Arroyo y Jorge Semprún, Braun-Vega declaró: "Picasso es mi padre, me hizo lo que soy.Lo explica así: "Hacer mía la obra de otros es la gran lección que me dio Picasso".Herman Braun utilizó la técnica del políptico que había experimentado en años anteriores para obtener el efecto narrativo deseado.Claude Bouyeure, para la Galerie des Arts, juzga el "Ejercicio de estilo exitoso".[33]​ Suzanne TENAND, para la Tribune des Nations, vio "cuadros llenos de espíritu, entusiasmo y talento".[34]​ Paule GAUTHIER, para Lettres Françaises, sigue "confundida por la precisión del sistema de Braun".Xavière Gaetan, para La Galerie des Arts, encuentra "notable [...] el homenaje, lleno de amor, rendido a Picasso ".Ambas obras se transforman de un panel a otro, reforzando así el efecto narrativo del conjunto.Sin embargo, explica su motivación más profunda en la entrevista en el estudio[62]​ con Jorge Semprún y Eduardo Arroyo: "Alrededor de los años 1967-1968, pasé por una crisis, me pregunté por qué pintaba como lo hacía entonces, era una pintura confidencial, para especialistas.[73]​ Aunque la técnica no volvió a utilizarse en sus obras futuras, las naturalezas muertas desempeñaron un papel considerable en lo que se convertiría en su tema recurrente del "sincretismo cultural".Pintó también a numerosos escritores: Jorge Semprún,[87]​ Alain Jouffroy,[88]​ Julio Ramón Ribeyro,[89]​ Alfredo Bryce Echenique[90]​ y Jean-Michel Ribes.De esta manera, el pintor da un testimonio irónico y crítico sobre su época.Esta serie se expuso en la Galería Forum de Lima[113]​ junto con dibujos y grabados en una muestra dedicada exclusivamente a sus obras sobre papel.[121]​ Esta es otra característica técnica recurrente en su pintura, que revela en algunos lugares la materia prima del soporte, también cuando pinta sobre paneles de madera.Desde la publicación del libro, Braun-Vega escribió una carta a Bauman en la que rechaza categóricamente este análisis de su obra, explicando que por el contrario se dedica desde hace 35 años a denunciar este mundo líquido, un mundo sin memoria.[169]​ En esta carta, para apoyar sus palabras, retoma una tras otra las pinturas que logró identificar a partir de las descripciones hechas por Bauman.En este cuadro, como en los demás, el anacronismo introducido por Braun-Vega no carece de fundamento.Braun-Vega, cuya obra se construye en reacción al mundo líquido para luchar contra el sinsentido y el olvido,[171]​ concluye en su carta que su arte está en las antípodas de la cultura líquida definida por Bauman.respondiendo a la llamada de Jean-Luc Chalumeau para una exposición colectiva titulada Tal pintor, ¿Qué Maestros?.
En 1950, delante del autobús de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, entre los alumnos de su clase, Herman Braun-Vega posa con su pintura La bajada de Chorillos . [ 6 ]
Herman Braun-Vega en el Salón de Otoño de 1952 en París
Las Meninas de Velázquez son el tema de la serie Velázquez al desnudo acompañada de Las Meninas de Herman Braun.
El almuerzo sobre la hierba de Manet es el escenario en el que Picasso irrumpe en la serie Picasso dans un déjeuner sur l'herbe .
La montaña Sainte-Victoire con un gran pino de Cézanne se ha modificado en varias formas en el tríptico Une affaire de pommes n°2 (Cézanne)
El baño turco de Ingres fue objeto de estudio de Herman Braun en su serie El Baño Turco en Nueva York .
Herman Braun-Vega firmando sus obras, y Francisco Bernal , en 2004.
Herman Braun-Vega recibe su diploma de Doctor honoris causa de la Universidad Süleyman Demirel en Isparta, Turquía.