El protectorado español de Marruecos (en árabe: حماية إسبانيا في المغرب, Himāyat Isbāniyā fi-l-Magrib), comúnmente denominado Marruecos español, fue el dominio ejercido por España sobre algunas partes del Imperio jerifiano entre 1912 y 1958.En 1774, el sultán Sidi Mohámed atacó Melilla, la cual estuvo sometida a un asedio que duró tres meses.Ya en el siglo XIX, la debilidad del sultanato marroquí lleva a una progresiva intervención de países occidentales en sus asuntos internos, notablemente Francia, Reino Unido y España.España, por su parte, buscaba asegurar sus presidios norteafricanos al tiempo que impedir ser ahogada por otros países (notablemente Francia).Finalmente, Alemania intervendría en Marruecos buscando atizar las divergencias entre Reino Unido y Francia.Sin embargo, la paz se vería perturbada por la crisis de Melilla, que comenzó en 1890 y siguió durante los tres años siguientes.El gobierno español destaca tropas a Melilla al mando del general Martínez Campos.Desde 1898 España intentó establecer acuerdos con Francia, Inglaterra o ambos a la vez, pero fueron dificultados por los continuos cambios de gobierno.España fue acercando posiciones con Francia, que estaba interesada en dominar Marruecos para unificar el norte de África bajo dominio francés.El gobierno español no aceptó entonces, reclamando que Inglaterra fuera informada para evitar su hostilidad.España no tenía intereses coloniales en Marruecos, entendía la cuestión como una necesidad de defensa nacional, y veía con malos ojos que una potencia como Francia fuera frontera tanto al norte como al sur, pero al dejar pasar la oportunidad de 1902 en 1904 vio reducida drásticamente su zona de influencia, mucho más al norte, sin una hidrografía adecuada para una buena agricultura, no como en el sur, bañada por las aguas del Sebú y también sin grandes carreteras y centros urbanos.Se establecían los límites entre las zonas francesa y española al norte del río Uarga.[12][13] En 1927 la Compañía Franco-Española del Ferrocarril de Tánger a Fez finalizó la construcción de una línea ferroviaria que unía ambas ciudades,[14] la cual atravesaba también el Protectorado español y lo unía con la zona francesa.Terminada la guerra, se reanudan las operaciones militares que llevan en 1919 al Alto comisario del momento, general Dámaso Berenguer, a establecer la paz en Anyera, El Haus y Wad Ras.Pero la realidad era bien distinta, porque un gran número de tribus rifeñas no estaban acatando la autoridad española.Durante la Guerra del Rif, (concretamente, entre 1923-1927) fuerzas combinadas franco-españolas arrojaron bombas de gas mostaza sobre los rebeldes bereberes.[15][16] Unos 100 000 soldados españoles y 325 000 franceses acabaron siendo necesarios para completar el control del territorio, hasta su total "pacificación" en 1927.El 1 de mayo de 1931 los obreros marroquíes se manifiestan pidiendo la igualdad con los españoles, y 800 notables marroquíes envían una carta al presidente Niceto Alcalá-Zamora pidiéndole la igualdad en todos los aspectos con los españoles.Ambos partidos fueron respaldados por Ahmed Belbachir Haskouri, mano derecha del Jalifa, e inicialmente serían tolerados por las autoridades españolas.Este gesto era un síntoma de la creciente agitación nacionalista en contra del dominio extranjero.En 1946 el Partido Reformista reclama que los marroquíes puedan explotar las riquezas de su país en empresas mixtas con los españoles, al estilo de lo que ya se permitía en el Marruecos francés.[19] Ahmed Belbachir Haskouri se opuso a la idea ya que los franceses estaban perdiendo la guerra en contra de la resistencia.La zona sur (Cabo Juby) no pasó a soberanía marroquí hasta 1958, en tanto que Ifni, que se había convertido en provincia española ese mismo año, hizo lo propio once años más tarde, siguiendo las resoluciones de Naciones Unidas.Además, residían en torno a 26 000 españoles en el protectorado francés y 21 000 en la Zona Internacional de Tánger.La administración española estaba dirigida por un alto comisario, una figura desarrollada a imagen y semejanza de los altos comisionados ingleses, formalmente acreditada ante el jalifa, como representante del sultán, pero de hecho la máxima autoridad en el Protectorado.El alto comisario estaba asistido por diversas departamentos (Asuntos Indígenas, Fomento y Hacienda).Entre sus actividades estaban las de intervenir los actos del jalifa, el régimen de las ciudades en las que los cónsules actuaban como interventores, dictar la política general y aprobar o dirigir, en su caso, las operaciones militares.Junto a la acción sanitaria, la cultura era la otra asignatura pendiente para los marroquíes, ya que la enseñanza estaba estrechamente ligada a la religión y consistía en aprender de memoria el Corán, con lo que los alumnos conseguían el título de taleb, que los acreditaba a ampliar sus estudios en madrasas o enseñar en las mezquitas.Esta Junta nació con el propósito de formar al personal que habría de dedicarse a esa tarea y como instrumento para conocer la geografía, la literatura, la historia y el derecho marroquí.Además, durante la época del protectorado se crearon hasta ochenta nuevos pequeños núcleos urbanos propiamente dichos, entre ellos Zeluán, Monte Arruit, El Zaio, San Juan de las Minas, Cabo de Agua, Río Martín, Restinga, Malalién o Rincón del Medik.
Mapa de 1924 del Protectorado Español en Marruecos y otros territorios españoles en África.
Placa colonial en una calle de Tetuán con el nombre del
gran visir
Ahmed Ganmia
, que fue el primer marroquí condecorado con la
Cruz Laureada de San Fernando
. Se puede apreciar el escudo español. La calle ha conservado el nombre que le dio la administración española.
Divisiones de la Zona Norte del Protectorado español, organizadas en regiones y cabilas y con las localidades más importantes.
Mapa de 1920 de la "zona española en Marruecos", con imágenes de
González Tablas
,
Berenguer
y
Silvestre
. El mapa corresponde a la parte norte del protectorado asignado a España, puesto que no incluye
Cabo Juby
.