Mercenario

Un mercenario (del latín merces, - edis, «pago») es una persona con preparación y conocimiento militar, la cual realiza un trabajo por una retribución, generalmente económica, o que actúa con el único interés de ganar dinero,[1]​ participando en algún conflicto bélico en la defensa de un país extranjero.Este tribunal debe decidir si la persona en cuestión es un mercenario, usando los criterios del Protocolo Adicional APGC77 o según alguna ley nacional equivalente.La única excepción a este artículo sería que la persona juzgada fuera ciudadano o súbdito de la autoridad nacional que le juzga, en cuyo caso no podría ser considerado un mercenario bajo la cobertura de APGC77, artículo 47.d.Cuando se transfirió el poder al gobierno interino iraquí, se podía argumentar que, a menos que declararan a estas personas como residentes en Irak, al no ser residentes ni nacionales de un territorio parte en el conflicto (APGC77, artículo 47.d), podrían ser consideradas mercenarios.Sus contratistas son civiles autorizados para acompañar a las tropas en el teatro de operaciones.Durante el siglo XX, los mercenarios han prestado sus servicios en los conflictos del continente africano.Al ser capturado, su papel como líder de los mercenarios hizo que fuera condenado a muerte por fusilamiento.Otros nueve mercenarios fueron encarcelados, y hubo tres ejecuciones más: El estadounidense Daniel Gearhart fue sentenciado a muerte, al haberse publicitado en un periódico de Estados Unidos como mercenario; Andrew MCKenzie y Costas Georgiu (autodenominado este «Coronel Callan»), quienes habían servido en el Ejército británico, fueron sentenciados a muerte por asesinato.La Administración Roosevelt en 1941 creó el Grupo de Voluntarios Americanos (AVG), conocidos como los Tigres Voladores.Durante la época clásica muchos mercenarios griegos lucharon en las guerras para el Imperio persa, por ejemplo: En los últimos tiempos del Imperio romano, los emperadores y los generales tuvieron cada vez más dificultades para reclutar unidades militares a partir de la ciudadanía por diversas razones: falta de mano de obra, falta del tiempo necesario para el entrenamiento, carencias materiales e, inevitablemente, consideraciones políticas.Los bárbaros fueron romanizados, y los veteranos supervivientes se establecieron en áreas que requerían ser repobladas.Los emperadores bizantinos continuaron la antigua práctica romana de contratar contingentes extranjeros para la defensa del Imperio.En 1071, por ejemplo, el emperador Romano IV lideró una campaña contra los turcos selyúcidas de Iconio.Según el musulmán Imad ad-Din (siglo XII) y otros cronistas contemporáneos a Romano IV, el ejército, de unos 100.000 hombres, estaba compuesto por romanos (bizantinos), rusos, kázaros, alanos, cumanos, georgianos, armenios, germanos, normandos, godos de Crimea, patzinakos y búlgaros.Uno de sus más famosos integrantes fue el que posteriormente sería el rey Harald III de Noruega, también conocido como Harald Hardrada, que llegó a Constantinopla en 1035, donde se alistó a la Guardia Varega.Murió en la Batalla de Stamford Bridge en 1066, donde su ejército fue derrotado por un ejército anglosajón comandado por el rey Harold Godwinson, en las guerras que enfrentaron a este último con Hardrada y con Guillermo de Normandía, llamado el Conquistador.En Italia, el condottiero era un jefe militar que ofrecía sus tropas, los condottieri, al servicio de las ciudades-estado.Este éxito despertó el recelo de Miguel IX, coemperador e hijo del emperador Andrónico II.Durante la Baja Edad Media se formaron las ya citadas compañías libres, que eran realmente cuerpos de tropas mercenarias.No son, sin embargo, estrictamente mercenarios, pues sus lazos de vasallaje o patronazgo como milicia urbana se mantienen en paralelo con su interés puramente económico en la guerra.Los mercenarios suizos eran buscados durante la segunda mitad del siglo XV por ser una fuerza de combate especialmente efectiva, hasta que sus algo rígidas formaciones de batalla se hicieron vulnerables a los arcabuces y a la artillería que se desarrolló en este periodo.Maquiavelo creía, lógicamente, que los individuos con un apego real a una nación estarían más motivados para defenderla, lo cual les convertiría en mucho mejores soldados al aceptar los riesgos que siempre eludían los mercenarios.Por eso recomendaba a su patria, Florencia, visto el mal resultado de la contratación de mercenarios, que no recurriera a ellos y más bien mantuviera un ejército o milicia propio y permanente.Al igual que la piratería, el espíritu mercenario resuena con aventuras idealizadas, misterio y peligro.El más famoso de ellos fue Patrick Sarsfield, quien habiendo sido mortalmente herido en tierra extranjera dijo: «Si esto hubiera sido por Irlanda...» Existe en la actualidad una revista especializada ostensiblemente escrita para mercenarios, llamada «Soldier of Fortune (Soldado de la Fortuna)».
Soldados de fortuna en África, 1893
Batallón Nusseree , posteriormente denominado 1st Gurkha Rifles , en 1857.
La Guardia Suiza.
Burnham, el Jefe de los Scouts, dibujado por Baden-Powell , Rodesia, 1896.
Iluminación con la toma y saqueo de una villa por hombres de guerra. Manuscrito Gruuthuse de las Chroniques / Crónicas de Jean Froissart , Paris, Biblioteca Nacional de Francia , ms. français 2644, f135r, tercer cuarto del siglo XV