Secuestró entonces a Elizabeth Herbert, hija del VIII Barón de Chandos por su cuenta.
Volvió a Irlanda con Richard Talbot, I conde de Tyrconnell, recién nombrado Comandante en jefe por el rey.
Cuando el ejército inglés abandonó al rey, este huyó a Francia, acompañado de Patrick.
Sin embargo no fue hasta la batalla del Boyne y el posterior sitio de Limerick, en 1690, cuando Patrick se reveló como un líder prominente.
Su captura de un convoy militar en Ballyneety, entre Limerick y Tipperary, en una operación guiada por el guerrillero (rapparee) "Galloping" O'Hogan, permitió demorar el sitio hasta comienzos del invierno, lo que obligó a los ingleses a retirarse Este logro le convirtió en un héroe popular entre los irlandeses.
Su generosidad, su valentía y su valía como militar ya le habían granjeado el afecto del pueblo.
Falleció pocos días después en Huy, Bélgica y fue enterrado en la iglesia de San Martín.
[cita requerida] En 1691 había sido nombrado Conde de Lucan por el rey Jacobo.