Rennyo, un monje famoso por revivir la corriente budista del Jōdo Shinshū, se retiró al área en 1496.
Contaban también con algunos aliados, incluyendo al clan Mōri, que prestaba su ayuda cuando los Ikkō-ikki se hallaban bajo asedio.
En agosto de 1580, el abad Kōsa (Kennyo) fue persuadido a rendirse, terminando con el asedio, que para entonces había durado 11 años.
Según algunas fuentes, el incendio fue causado por los mismos defensores, para negar a Nobunaga cualquier tipo de botín.
Tres años más tarde, Toyotomi Hideyoshi construyó sobre sus ruinas el castillo de Osaka.