Gómez apoyaría en lo absoluto la decisión de Santana, motivo por el cual abandono junto a muchos otros dominicanos la isla cuando el recién derrotado ejército español, ubicado santo domingo, partió hacia Cuba como retirada.
[6][4]Se negó adicionalmente a unir fuerzas con los españoles para luchar contra la presencia estadounidense en la isla.
Su familia, al igual que otras contemporáneas, no solía mezclarse con los "pardos" y "negros", quienes ya para esa época representaban la mayoría de la población dominicana.
A su llegada, muchos cambios fueron impuestos para la población ya existente con una cultura establecida desde hace años.
[13] En el caso de los Gómez-Báez, debido a su posición económica, tuvieron que permanecer en suelo dominicano.
Se destacó por ser un hombre de los que peleaban con machete, sobre un caballo o a pie y hasta descalzo.
[8] Máximo Gómez, teniendo la formación educativa, religiosa y militar que poseía, en un pueblo que había mantenido sus raíces casi intactas de sus progenitores blancos, recibe la llegada a Baní; también conocido como la Perla del Sur, en forma ruidosa la lucha intestina de la Restauración bajo la jefatura suprema del valeroso general Pedro Florentino, de raza mulata.
Impresionado por la presencia insegura de su madre y hermanas en el poblado, el capitán Gómez regresó a Baní, unificó un ejército improvisado entre soldados, familiares y amigos, acosando del pueblo a Florentino con sus secuaces.
Paralelamente se fueron Lucas Díaz, Francisco Heredia, Tejeda, Marcano y Valera entre otros banilejos ilustres, como oficiales de la reserva del ejército español.
Por sus conocimientos militares y su valentía fue ascendido rápidamente a mayor general por el presidente Carlos Manuel Céspedes.
Encabezó la invasión a Las Villas para extender la guerra al centro y el occidente de la isla.
Fue ayudado financieramente por algunos amigos y comenzó a trabajar la tierra (una pequeña vega de tabaco).
Allí todavía se conserva la casa donde vivió y una placa conmemorativa recordando su presencia.
[16] El agradecimiento de Máximo Gómez hacia Honduras puede verse en una carta dirigida a su amigo José Dolores Pérez en donde sostuvo:
En 1884 inició una nueva conspiración independentista que debió abandonar en 1886 por falta de apoyo suficiente.
En otra expedición arribaron a Cuba los hermanos Maceo por Duaba, cerca de Baracoa.
Mientras Maceo avanzaba con Bandera más al oeste que Gómez, este llevó a cabo en Camagüey un movimiento constante alrededor de la capital provincial, llamada la "Campaña Circular", que sumó numerosos adeptos de la juventud camagüeyana.
[cita requerida] Igualmente llevó a cabo una campaña en Las Villas, que esta vez sí fue coronada por el éxito.
[cita requerida] Refugiándose por pocas horas en los cayos de monte habaneros, atacaba luego a las fuertes columnas hispánicas por la retaguardia, en cargas breves pero feroces.
Su pena la dejó plasmada en carta a María Cabrales, la leal esposa de Maceo.
En dicha carta escribió: Antes ya había caído José Maceo, el "León de Oriente".
Tanto sus soldados, como los prefectos mambises corruptos, conocieron penas de muerte por fusilamiento y/o la degradación.
Fueron muchos los diplomas de nombramientos que rompió con sus manos, para después nombrarlos como soldados rasos y ubicarlos en sus filas.
[cita requerida] Al producirse la intervención norteamericana en la guerra, Gómez se hallaba hacia el centro del país, en su tarea de diezmar las decadentes tropas españolas y a punto de avanzar por segunda vez a La Habana para invadirla definitivamente.
[cita requerida] La contradicción principal estaba dada por si aceptar el donativo ofrecido por el Gobierno estadounidense de tres millones, o si pedir un empréstito mayor que asegurara un descanso decoroso a los soldados del Ejército Libertador.
Gómez era más partidario a tomar el donativo del Gobierno estadounidense, por temor al nacimiento de una República endeudada.
Mientras que la Asamblea del Cerro era partidaria de un empréstito mayor, pues aunque la República naciera endeudada, ella sería reconocida como el organismo legal representante de los intereses del pueblo cubano, destinado a devolver el empréstito a los bancos estadounidenses.
[cita requerida] El 2 de abril en carta abierta a su esposa, Bernarda Toro, Gómez expresa en relación con la situación del país: Cuando Tomás Estrada Palma decidió intentar la reelección presidencial inmediata, Máximo Gómez decidió iniciar una campaña contra la reelección a lo largo de todo el país.
Gómez dedicó la mayor parte de su vida a su "querida y sufrida Cuba".
En palabras de José Martí, Máximo Gómez supo «ser grande en la guerra y digno en la paz».