Vicente García González

Desde muy joven mostró su interés por la causa independentista, pues no soportaba la explotación que sufría su pueblo.

Se casó con la camagüeyana Brígida Zaldívar Cisneros,[3]​ esposa dulce y tierna, que nunca lo abandonó ni en tiempos de guerra.

Se nombró una junta y Vicente García quedó electo como jefe supremo.

Sin embargo la esposa de Vicente García no le pidió en ningún momento su rendición.

Circuló entre las tropas el rumor de que venían columnas en apoyo a los españoles y el general Quesada retiró sus tropas, y los españoles se adjudicaron la victoria.

Pelearon durante 8 horas y lograron que el fuerte bastión español depusiera las armas.

Los mambises permanecieron tres días en el fuerte de Las Tunas, pero no pudieron sostener por más tiempo la ocupación, entonces decidieron incendiarla, para que no sirviera de refugio a la metrópoli española.

El general García de pie frente a su casa, ordenó: «Capitán Silva, tome esa antorcha y empiece por ahí» y este exclamo «pero General esta es su casa» y Vicente García respondió «Si comience por mi casa» diciendo la frase «Tunas te prendo candela, pero te prefiero quemada antes que esclava».

Cuando se efectuó la protesta de Baraguá Vicente García se mantuvo firme, apoyando al general Antonio Maceo al no estar de acuerdo con una paz sin independencia para Cuba.