Batalla de Dos Ríos

Con los mismos mensajeros le dan cita a Félix Ruenes para mañana en Vega Batea (Martí escribe Sao del Nejesial).

En la mañana del día 25 las fuerzas cubanas dirigidas por el general José Maceo llegan a Arroyo Hondo, y libran un combate contra las fuerzas españolas al mando del coronel Juan Copello, evitando que el enemigo hubiera interceptado y capturado la expedición Gómez- Martí.

El día 5 de mayo, los expedicionarios y su escolta, son interceptados por el mayor general Antonio Maceo, que los acompaña al Ingenio La Mejorana, donde el dueño les convida a un almuerzo.

Dos horas después, los expedicionarios continuaron la marcha, con una escolta de 50 hombres, al mando del comandante José Cefí Salas, facilitada por Antonio Maceo.

En Palma Soriano, el coronel Ximénez de Sandoval y su segundo el Teniente Coronel Manuel Michelena Moreno (jefe del 2° Bon) contaban con su estado mayor, los batallones de infantería 2º (cuatro compañías), 5º (una compañía)y 9º(una compañía) Peninsulares, y del regimiento de caballería Hernán Cortés #29, que en total sumaban unos 800 hombres.

El mismo día 19, a 4:00 de madrugada el coronel Sandoval ordenó tocar diana y, formó su columna.

Según Ximénez de Sandoval, de esa forma supo que “Martí, Máximo Gómez, Maso y Francisco Borrero se hallaban entre Vuelta Grande y Dos Ríos con unos setecientos hombres montados”.

En las inmediaciones quedaba la casa del campesino José Rosalía Pacheco (prefecto de la zona).

Durante el almuerzo en el campamento de Vuelta Grande, Máximo Gómez recibe la noticia por el teniente Álvarez, quien en el camino escuchó unos disparos, que habían sido realizados a una patrulla cubana (¿al mando del capitán Ramos?)

En el campamento Vuelta Grande el total de fuerzas del ejército libertador más cercano a la realidad se encuentra entre 400 y 450 hombres, teniendo en cuenta los 350 hombres de las fuerzas (2do Cuerpo) del MG.

Bartolomé Masó, 50 hombres de la escolta (1er Cuerpo) del comandante José Cefí Salas, cinco expedicionarios (MG.

Con el resto, marchó Gómez hacia el paso de Santa Úrsula, donde su vanguardia, un escuadrón del regimiento Gua se desvía río arriba al no poder franquearlo.

Infructuosamente Gómez, Borrero y Maso atacaron por tres puntos diferentes, mientras que a Martí se le ordenó quedarse allí.

Parece que Martí, ante la ruda lucha que se estaba presenciando, y de los ineficaces ataques contra las líneas enemigas, se lanzó hacia el enemigo, diciéndole al ayudante del general Masó, Ángel de la Guardia: -Vamos a la carga, joven.

Parece que con este gesto intento en un arranque de valor provocar una reacción favorable a las armas cubanas.

Martí, entra en una zona dominada por una compañía española, apostada cerca del río Contramaestre, que abre fuego matando al caballo de La Guardia, e hiriendo al de Martí, quien cae herido en el rostro.