José María Arguedas

[7]​ Introdujo en la literatura una visión interior más rica e incisiva del mundo indígena.

Los grandes dilemas, angustias y esperanzas que ese proyecto plantea son el núcleo de su visión.

Se debe destacar su estudio sobre el folklore peruano, en particular de la música andina.

Su contribución a la revalorización del arte indígena, reflejada especialmente en el huaino y la danza, ha sido muy importante.

Toda su producción literaria ha sido compilada en los primeros cinco tomos de sus Obras completas (1983).

José María y su hermano Arístides, dos años mayor que él, fueron matriculados en una escuela particular.

Esta etapa de la vida del niño José María estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su madrastra y con su hermanastro Pablo Pacheco.

La historia de esa fuga está narrada en la novela Kachkaniraqmi Arguedas del peruano Eduardo González Viaña.

[11]​ En 1926, junto con su hermano Arístides empezó sus estudios secundarios en el colegio San Luis Gonzaga de Ica, en la desértica costa peruana, hecho que marcó su alejamiento del ambiente serrano que había moldeado hasta entonces su infancia, pues hasta entonces había visitado la costa solo de manera esporádica.

Se enamoró intensamente de una muchacha iqueña llamada Pompeya, a quien le dedicó unos acrósticos, pero ella lo rechazó diciéndole que no quería tener amores con serranos.

[14]​ En 1936 fundó con Augusto Tamayo Vargas, Alberto Tauro del Pino y otros, la revista Palabra, en cuyas páginas se ve reflejada la ideología propugnada por José Carlos Mariátegui.

Fue trasladado al penal «El Sexto» de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que tiempo después evocó en la novela del mismo nombre.

Pero a pesar de simpatizar con el ideario comunista, nunca participó activamente en la política militante.

Estando en prisión, se dio tiempo para traducir muchas canciones quechuas que aparecieron en su segundo libro publicado: Canto kechwa.

Allí, junto con sus alumnos, llevó a cabo un trabajo de recopilación del folclor local.

En esos años publicó también en la prensa muchos artículos de divulgación folclórica y etnográfica sobre el mundo andino.

En los años siguientes continuó ejerciendo diversos cargos en instituciones oficiales encargadas de conservar y promover la cultura.

En 1951 viajó a La Paz, Bolivia, para participar en una reunión de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

Por entonces realizó su primer viaje por Europa, becado por la UNESCO, para efectuar estudios diversos, tanto en España como en Francia.

En 1958 publicó Los ríos profundos, novela autobiográfica, por la cual recibió en 1959 el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma».

[18]​[19]​ Mencionó alguna vez: "El corazón de un pueblo está en dos lugares: los mercados y los estadios".

Fue nombrado también Director del Museo Nacional de Historia, cargo que ejerció hasta 1966.

Para tratar su mal se puso en contacto con la psiquiatra chilena Lola Hoffmann, quien le recomendó, a manera de tratamiento, que continuara escribiendo.

Ese mismo año y el siguiente tuvo su amarga polémica con el escritor argentino Julio Cortázar, y viajó varias veces a Chimbote, a fin de documentar su última novela.

Por entonces se agudizaron nuevamente sus dolencias psíquicas y renació la idea del suicidio, tal como lo atestiguan sus diarios insertos en su novela póstuma:

En junio de 2004 fue exhumado y trasladado a Andahuaylas, el lugar donde nació.

[34]​ La importancia fundamental de este escritor ha sido reconocida por críticos y colegas peruanos suyos como Mario Vargas Llosa, quien llegó a dedicarle a su obra el libro de ensayos titulado La utopía arcaica.

En 2012 la misma editorial Horizonte, de Lima, editó otros siete tomos que recogen la Obra antropológica y cultural.

También la segunda serie, del sexto al duodécimo tomo, fue compilada por Sybila Arredondo de Arguedas.

Pese a su obra indigenista, Arguedas nunca habría mostrado desprecio alguno por el Hispanismo (solo con las elaboraciones ideológicas que entendían hispanismo como la promoción a un mestizaje dominado por el criollo, en vez de una mezcla armónica)[38]​[39]​[40]​ del cual llegó a ser un hispanista para realizar su obra "Las comunidades de España y del Perú", por el que no solo buscó encontrar los rasgos universales que comparten las sociedades agrícolas en el mundo, sino que se percataría de la hermandad de la indianidad con la hispanidad.

La plaza de Abancay.
Vista exterior de la histórica Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos , donde José María Arguedas estudió, y en la que luego se desempeñaría como catedrático.
Estatua de José María Arguedas.
Mausoleo de etnología José María Arguedas en Andahuaylas .