[7] En la Marquette Academy conoció al actor Pat O'Brien y juntos abandonaron los estudios para alistarse en la Marina,[1] Tracy contaba 17 años.
Decidió retomar sus estudios (para dar esa satisfacción a su padre) y en el Ripon College participó por primera vez en una representación teatral.
Tracy fue un estudiante popular en Ripon, donde sirvió como presidente del comedor y estuvo involucrado en multitud de actividades escolares.
[17] Después de su graduación, Tracy se unió a una compañía teatral establecida en White Plains (Nueva York) con papeles secundarios.
Dread fue preestrenada en Brooklyn en medio de unas excelentes críticas, pero llegó el crack del 29 y no se estrenó en Broadway.
[37] La revista Commonweal escribió que Tracy representa "uno de nuestros mejores y más versátiles actores jóvenes del momento".
[54] Mordaunt Hall del The New York Times escribió: "No se ha ofrecido una actuación más convincente en la pantalla que la suplantación de Tom Garner por Spencer Tracy".
[55] Shanghai Madness (1933), mientras tanto, le dio a Tracy un atractivo sexual nunca antes visto y sirvió para mejorar su posición.
Más tarde en la vida, Tracy sostuvo que fue despedido por su comportamiento ebrio, pero los registros de Fox no respaldan dicha versión.
Tanto la película como su interpretación recibió excelentes críticas[72] y aportó beneficios de un 1 300 000 dólares en todo el mundo.
[73] Curtis escribe: "el público que, apenas un año antes, no tenía claro cómo entenderlo, de repente estaba volviéndose a verlo.
[77] Su reputación continuó creciendo con Una mujer difamada (Libeled Lady) (1936), una screwball comedy en la que compartía reparto con William Powell, Loy y Harlow.
They Gave Him a Gun un drama criminal, pasó casi desapercibida,[80] pero Capitanes intrépidos (Captains Courageous) fue uno de los mayores éxitos del año.
A Capitanes intrépidos le siguió Big City con Luise Rainer y Maniquí (Mannequin) con Joan Crawford, esta última tuvo una buena aceptación en taquilla.
[97] Tracy volvió a encarnar al Padre Flanagan en la secuela La ciudad de los muchachos (Men of Boys Town) (1941).
El director Garson Kanin escribió posteriormente: "En los diez días previos a la apertura de Nueva York, todas las relaciones importantes se habían deteriorado.
[116] Su siguiente filme fue Mar de hierba (The Sea of Grass) (1947) un melodrama ambientado en el Viejo Oeste junto a Hepburn.
Fue otro éxito comercial pero Curtis anota que su compañera en el reparto Lana Turner ensombreció a Tracy en muchas de las críticas.
[148] Su contrario sería Fredric March, una pareja que la revista "Variety" describiría como "un golpe de genio del casting ...
[169] Brendan Gill del The New Yorker escribió que Tracy hizo "una interpretación impecable y, dadas las circunstancias, desgarradora".
Tracy siempre tuvo una personalidad compleja: duro, seco, apasionado, alcohólico y parco en palabras, prefiriendo la infidelidad al divorcio.
Tracy quedó devastado por la noticia[174] y siempre se sintió culpable por ello, como una consecuencia de sus propios pecados.
[182] Se lo relacionó con numerosos romances extramatrimoniales;[183] entre sus amantes estuvieron sus compañeras de rodaje Joan Crawford en 1937[184] e Ingrid Bergman en 1941.
[207] Loretta Young remarcaba que Tracy era "horrible" cuando bebía[208] y fue arrestado en un par de ocasiones por su conducta cuando estaba ebrio.
[210] Hepburn comentó que podía dejar la bebida durante "meses e incluso años" antes de volver a caer sin previo aviso.
Tracy lo describió con "la disposición más volátil que he visto en mi vida: en las nubes en un minuto y en las profundidades en el siguiente.
[229] Por respeto a su esposa y su familia, Katharine Hepburn no acudió al funeral, que fue oficiado por monseñor John O'Donnell en la Iglesia del Inmaculado Corazón de María, en Hollywood.
[231] También fue nombrado muchas veces por el gran actor de su generación Clark Gable,[232] James Cagney,[233] Humphrey Bogart,[234] John Ford,[145] Garson Kanin,[235] y Katharine Hepburn.
Hume Cronyn, que trabajó con él en The Seventh Cross, admiraba su presencia en pantalla: "Su método parecía ser tan simple como difícil de lograr.
Joseph L. Mankiewicz vivió con él durante la producción de "Test Pilot", y contó que Tracy se encerraba en su habitación "trabajando muy duro" cada noche.