Entre sus actuaciones destacó la que hizo junto con Tyrone Power en el clásico Jesse James (Tierra de audaces, 1939), donde también se presentaron Henry Fonda y como protagonista opuesto Spencer Tracy en Stanley and Livingstone más tarde en ese año.
Su más grande éxito fue el papel de la madre loca en The Bad Seed, por la cual recibió un Premio Tony para la producción de 1955 y fue nominada al Óscar en la adaptación para el cine.
Fue una estrella infantil, que había hecho tantas películas cuando tenía tan solo nueve años de edad, que el Film Daily la llamó «la niña más fotografiada de América en posado comercial».
Ya como actriz adulta, ganó en dos ocasiones el Premio Sarah Siddons por su trabajo en el ambiente teatral de Chicago, así como un Tony por su interpretación en The Bad Seed, obra que protagonizó en su versión cinematográfica en 1956, y por la cual fue nominada al Oscar a la mejor actriz.
En 1957 fue nominada a un Premio Emmy por su trabajo en el episodio «The Pilot», de la serie Studio One.