[6] Peggy, la mayor de la familia Fitzsimons, fue una soprano que posteriormente tomó los hábitos y profesó como religiosa.
En 1936, se convirtió en la alumna más joven en graduarse de la Guildhall School of Music en ese momento.
Al finalizar sus estudios, se le ofreció el cargo de cantante de ópera principal en el Abbey Theater, pero ella decidió ir a Londres a intentar una carrera como actriz, asistiendo a un casting para la productora británica de cine Elstree Studios, que al final resultó decepcionante para ella, ya que la producción no se realizó.
Sin embargo, en el malogrado casting cautivó al consagrado actor y director Charles Laughton, que quedó impresionado por los verdes ojos de O'Hara, quien la llamó y la convenció para que fuese actriz.
Finalmente, Maureen abordó el RMS Queen Mary rumbo a América acompañada de su madre.
[10] Esta característica de su personalidad irlandesa, sumada a su notable apariencia, era una combinación muy atractiva para el público.
[1] Cuando se aplicaba la tecnología del Technicolor en los filmes, el público apreciaba en todo su esplendor su legendaria belleza, con O'Hara exhibiendo su larga cabellera rojiza, sus impactantes ojos verdes y su hermosa sonrisa, denominándola como la Reina del Technicolor.
[13][14] Luego apareció en filmes de aventuras para la Twentieth Century-Fox tales como Buffalo Bill, en 1944 nuevamente junto a Anthony Quinn, Linda Darnell y Joel McCrea; The Spanish Main, en 1945; Los hermanos Barbarroja, en 1951, y The Redhead from Wyoming, en 1952, un film cuyo guion fue hecho a su medida.
Trabajó en varias ocasiones para el afamado director y posterior amigo personal John Ford en largometrajes tales como: ¡Qué verde era mi valle!
En 1943 coprotagonizó, junto con Charles Laugton, la película antibelicista Esta tierra es mía, dirigida por Jean Renoir.
[10] O'Hara obtuvo nominaciones al premio Laurel en su vida activa y reconocimientos ya en su tercera edad por su trayectoria.
O'Hara además actuó en producciones televisivas tales como La caja de Navidad (1995), Taxi a Canadá (1998) y Last Dance (2001).
O'Hara siempre tuvo a Wayne en su más alta estima, actor de quien opinaba: En 1957, la revista Confidential Magazine publicó que Maureen O'Hara y un hombre latino (su novio Enrique Parra) habían hecho el amor en un teatro y que habían sido expulsados por indecentes.
[12][37] Más tarde donó memorabilia y un aparato perteneciente a su difunto esposo, denominado La Reina de los Cielos, al Museo Foynes Flying Boat & Maritime, del cual fue patrocinadora.
[38] En 1979, O'Hara solicitó al Congreso la autorización para emitir una medalla conmemorativa de John Wayne, quien falleciera ese año, petición que le fue concedida.
[39] Maureen O'Hara padeció de cáncer en tres ocasiones y además contrajo diabetes, enfermedades que logró controlar.
[41] Ocasionalmente vivió en Los Ángeles, California e Irlanda, donde retomó su afición al fútbol irlandés.