Eso hizo que empezaran a nacer los instintos artísticos de Lang, empezando a estudiar los lenguajes de la dirección y trabajando como director asistente.
Paralelamente, Lang tuvo ambiciones artísticas como pintor e, incluso, abandonó los Estados Unidos para unirse a los escritores y pintores del barrio de Montparnasse de París.
No tuvo éxito y regresó a la industria del cine.
En 1926, Walter Lang debutaría como director con la película muda The Red Kimona.
Lang murió en 1972 en Palm Springs a los 75 años y fue enterrado en el cementerio Inglewood Park, en California.