Freddie Bartholomew

Abandonado por sus padres cuando era un bebé, fue educado en su ciudad natal por una tía de la que tomó el apellido.

En un viaje a Estados Unidos, el productor de cine David O. Selznick se fijó en él para protagonizar la película David Copperfield, adaptación del clásico de Charles Dickens.

El filme resultó ser un éxito, lanzando al niño a la fama y permitiéndole rodar numerosos títulos prestigiosos junto a las estrellas cinematográficas más destacadas de Hollywood durante la década de 1930.

Entre sus éxitos figuran Ana Karenina (1935), de Clarence Brown, con Greta Garbo y Fredric March, Professional Soldier (1935) con Gloria Stuart, El pequeño Lord (1936) con Dolores Costello, Lloyds of London (1936) con Madeleine Carroll y Tyrone Power, y Capitanes intrépidos (1937) con Spencer Tracy.

En esa época, el éxito arrollador del niño hizo que sus padres intentasen recuperar su custodia.