Empezó a ser conocido por sus interpretaciones en obras de teatro estadounidenses, en las cuales desafiaba los estereotipos raciales.
Se alistó en el Ejército de los Estados Unidos en 1943 para servir en la Segunda Guerra Mundial, mintiendo sobre su edad para poder ingresar.
A su vuelta se incorporó al mundo de la interpretación, primero para actuar en Broadway y, posteriormente, para hacer su debut en el cine con el director Joseph L. Mankiewicz en No Way Out (1950).
Su buena apariencia, agradable personalidad y sólidas interpretaciones le abrieron la puerta en el mundo del celuloide ganando un gran reconocimiento.
[4] Desde 1997, Poitier era embajador vitalicio de Bahamas en Japón, y en 2002 recibió un Óscar honorífico por su trayectoria.