The Defiant Ones

The Defiant Ones (Fugitivos, en España; Fuga en cadenas, en algunos países hispanohablantes) es una película estadounidense de 1958 dirigida y producida por Stanley Kramer, protagonizada por Tony Curtis y Sidney Poitier.

El vehículo tiene un accidente y ambos aprovechan la oportunidad para escapar encadenados entre sí.

Pero esa noche los libera, después de revelarles que también él fue un expresidiario encadenado.

Terminan en una granja, donde una mujer (Cara Williams), abandonada por su marido, vive allí con su hijo (Kevin Coughlin).

No pueden coger un tren en marcha, que podría hacerlos salir del estado.