Sexualidad en la Antigua Roma

A veces se ha dado por sentado que la «licencia sexual ilimitada» era característica de la antigua Roma.

[2]​ La sexualidad no estaba excluida como preocupación del mos maiorum, las normas sociales tradicionales que afectaban a la vida pública, privada y militar.

El pudor (palabra de origen latino) era un factor regulador del comportamiento,[3]​ al igual que las restricciones legales sobre ciertas transgresiones sexuales tanto en la época republicana como en la imperial.

[6]​ Salvo contadísimas excepciones, la literatura latina conserva solo las opiniones de los hombres romanos cultos sobre la sexualidad.

Si bien se denunciaba el afeminamiento percibido, especialmente en la retórica política, el sexo con moderación con prostitutas o esclavos varones no se consideraba impropio ni que viciara la masculinidad, si el ciudadano varón asumía el papel activo y no el receptivo.

[7]​ Formas de expresión con menor «caché» cultural en la Antigüedad—como la comedia, la sátira, la invectiva, la poesía amorosa, los graffiti, conjuros mágicos, inscripciones y la decoración de interiores—tienen más que decir respecto al sexo que los géneros elevados, como la épica o la tragedia.

El arte erótico, especialmente el conservado en Pompeya y Herculano, es una fuente rica, aunque no sin ambigüedades; algunas imágenes contradicen las preferencias sexuales que son destacadas en las fuentes literarias y pueden haber tenido como objetivo provocar la risa o desafiar actitudes convencionales.

[7]​ Objetos de uso cotidiano como espejos o recipientes para servir podían estar decorados con escenas eróticas; en la cerámica arretina, éstas van desde «elegantes devaneos amorosos» hasta ilustraciones explícitas del pene penetrando en la vagina.

[7]​ Era posible encontrar pinturas eróticas en las casas más respetables de la nobleza romana, como señala Ovidio:Así como en nuestras casas resplandecen venerables figuras de hombres, pintadas por la mano de un artista, así también hay en algún lugar una pequeña pintura (tabella)[nota 1]​ que representa diversos emparejamientos y posiciones sexuales: así como el Áyax Telamonio aparece sentado con una expresión que declara su cólera, y la madre bárbara (Medea) tiene el crimen en los ojos, así también una Venus mojada se seca con los dedos sus cabellos chorreantes y se ve apenas cubierta por las aguas maternales.

[18]​La tabella pornográfica y la Venus cargada de erotismo aparecen entre varias imágenes que los conocedores del arte podían disfrutar.

[20]​ En el siglo II d. C., «se produce un boom de textos sobre sexo en griego y latín», junto con novelas románticas.

Las mujeres cristianas son sometidas con más frecuencia que los hombres a mutilaciones sexuales, en particular de los pechos.

El matrimonio producía hijos y, a su vez, una «casa» (domus) para la unidad familiar, que era la piedra angular de la vida urbana.

[28]​ El fascinum, un amuleto fálico, era omnipresente en la cultura romana y aparecía en todo tipo de objetos, desde joyas hasta campanas y carillones de viento, pasando por lámparas,[11]​ e incluso como amuleto para proteger a los niños[29]​ o a generales triunfantes.

[30]​ Cupido inspiraba deseo; el dios importado Príapo representaba la lujuria grosera o jocosa; Mutuno Tutuno promovía el sexo conyugal.

[32]​ Los mitos clásicos tratan a menudo temas sexuales como la identidad de género, el adulterio, el incesto o la violación.

[7]​ Las ideas de Hipócrates dejaron, por siglos, la base para los conceptos médicos sobre las mujeres, desde los romanos hasta los victorianos.

El libro explica que este mal es causado por no poder casarse una mujer al alcanzar la edad apropiada para hacerlo.

La sangre extra no puede escapar porque el orificio necesario está cerrado, llena el cuerpo bloqueando el flujo sanguíneo y enfermando a la mujer.

Sin embargo, estas leyes eran evadidas en un rango desconocido con esclavos y bárbaros a quienes no abarcaban, ya que no eran considerados seres humanos; eran pasivos o activos, aunque cualquier romano que se dejara penetrar era mirado con desdén.

McGinn, autor y profesor en la Universidad Vanderbilt, también define adulterio como «la ofensa sexual cometida [por un hombre] con una mujer casada no exenta de su matrimonio».

[38]​ El título de concubinato no era considerado derogatorio (como puede serlo hoy en día) y era utilizado, muchas veces, en lápidas.

Las Leges Juliae del emperador Augusto dieron el primer reconocimiento legal al concubinato, definiéndolo como la convivencia sin matrimonio.

Las concubinas no tenían demasiada protección frente a la ley además del reconocimiento legal de su estatura social.

Luego, el jurista Ulpiano escribió en la Lex Julia et Papia: «Solamente esas mujeres con las que se tienen relaciones lícitas pueden ser concubinas sin temor a cometer un crimen».

[46]​ Está certificado que quienes se dedicaban a la prostitución no tenían permitido hablar por otros en una corte.

El miedo a la vergüenza en los ojos de la comunidad era claramente una fuerza importante en la regulación del comportamiento.

Muchos libretos apuntan a la dificultad que sucede cuando el objeto del afecto y matrimonio de un joven parece ser del segundo grupo y se resuelve cuando se da cuenta de que es lo contrario.

Ser penetrado o recibir sexo oral era considerado un rol pasivo en la actividad sexual, lo que denotaba un cierto grado de degradación.

El modelo de la sexualidad romana era la relación del amo con sus subordinados (esposa, pajes, esclavos), es decir, el sometimiento.

Sátiro y Ninfa , símbolos mitológicos de la sexualidad en un mosaico de una habitación en Pompeya
Escena romántica de un mosaico ( Villa de Centocelle , Roma, 20 a. C.-20 d. C.)
Fresco de Leda y el cisne . De Pompeya
Un hombre prepara el sacrificio nocturno de un cerdo a Príapo , con Cupido como porquero [ 22 ] ​ (pintura mural, Villa de los Misterios )
Denario emitido hacia 84-83 a.C. bajo Sila que representa a Venus con una diadema y a Cupido de pie con una rama de palma, y en el reverso dos trofeos militares y utensilios religiosos (jarra y lituus ).
Mural de Pompeya de una escena sexual con la mujer encima del hombre
Mosaico Romano de los Amores de Zeus encontrado en Écija, España.
Fragmento de Cerámica Arretina que muestra a dos amantes en la cama, Período imperial temprano Romano, Museo De Finas Artes De Boston.
Escena Erótica de Lyon- Navigum Veneris, Periodo Romano.
Escena de entretenimiento sexual en Pompeya
Mural de Pompeya mostrando cunnilingus
Trío (de Pompeya) en la forma descrita por Catulo . poema 56