El capitolio fue diseñado originalmente por Thomas Reed a solicitud del presidente Tomás Cipriano de Mosquera, se construyó entre 1848 y 1926 y diversos arquitectos estuvieron a su cargo.
Pocas semanas más tarde, Reed se instaló en Bogotá e inició el diseño de la construcción.
[5] En aquella fecha se puso la primera piedra con la bendición del arzobispo de Bogotá Manuel José Mosquera (hermano del presidente Tomás Cipriano) y en presencia de todas las autoridades civiles.
Las obras de construcción duraron 78 años y diversos arquitectos estuvieron a su cargo.
Su autor, Thomas Reed, dirigió la construcción hasta 1851, cuando se suspendió por la guerra civil.
[8] Cantini continuó en la dirección de las obras hasta 1885, cuando la guerra civil las dejó sin presupuesto.
En 1904 el mismo Pietro Cantini presentó unos nuevos planos y evaluaciones para la obra del Capitolio.
En su intervención, el arquitecto francés Gastón Lelarge propuso agregar una gran cúpula central, idea que no tuvo acogida; pues desde el comienzo predominó la tendencia hacia la horizontalidad de la construcción entre otras cosas para no competir con la altura de la Catedral.
En 1920 el gobierno convocó a una comisión para decidir el remate más adecuado para el Capitolio, la cual no dio una solución adecuada y tres años después la Sociedad Industrial de Ingenieros abrió un concurso del cual se presentaron dos alternativas: una opción de cúpula presentada por Alberto Martínez y Sadi González,[9] y otra que sugirió colocar cuatro grifos en el ático del Salón Elíptico, que fue finalmente la opción seleccionada.
[10] Entre 1924 y 1925 finaliza las obras el arquitecto Alberto Manrique Martín, quien terminó la construcción del Salón Elíptico y de las cubiertas, bajo la presidencia de Pedro Nel Ospina.
En la fachada posterior, el cuerpo central se encuentra retrocedido con respecto a los laterales conformando el patio Núñez, cuyo plano posterior posee dos hileras de siete ventanas, las tres centrales conforman una puerta de acceso al Salón Elíptico, enmarcado con cuatro columnas jónicas que sostienen un frontón.
Toda la estructura del Capitolio está hecha en piedra de cantería.
[18] El edificio cuenta con tres pisos, un sótano y cuatro patios interiores que rememoran a Tomás Cipriano de Mosquera, Jorge Eliécer Gaitán, Rafael Núñez y Álvaro Gómez Hurtado.
[38] Su función principal es proteger "personas con nivel de riesgo comprobado" y las sedes permanentes del congreso como el Capitolio.
[39] La imagen del Capitolio Nacional ha aparecido en dos series de estampillas emitidas por Adpostal, la primera en 1946 y la segunda en 1959.
[41] Dicha serie de billetes se reemitió ocho años más tarde pero con una imagen del Capitolio modificada, en la que se presentaba la misma fachada desde una perspectiva lateral,[42] la cual circuló hasta 1980.