Este incluso apresó al candidato favorito, Nicolás de Piérola, para dejar el camino despejado a Morales Bermúdez.
Los acreedores o bonistas, mayormente británicos, crearon la compañía Peruvian Corporation para explotar los bienes recibidos.
No hubo manifestaciones ni protestas en contra del resultado; el mismo candidato Rosas felicitó al ganador.
Su primer gabinete ministerial estuvo presidido por Mariano Nicolás Valcárcel, que quedó a cargo del despacho de Gobierno.
Integraban este gabinete: Alberto Elmore (Relaciones Exteriores); Francisco Gerardo Chávez (Justicia); el coronel Belisario Suárez (Guerra); e Ismael G. de la Quintana (Hacienda).
El Senado, en donde dominaban los civilistas, pidió interpelar a los ministros; un connotado líder de ese partido, el senador Manuel Candamo, condenó los sucesos del cuartel de Santa Catalina, con frases que tuvieron mucha repercusión en la opinión pública.
[29] Se dice que el gobierno de Morales Bermúdez quiso ofrecer a González Prada un puesto muy rentado para así poder acallarlo.
Efectuados los comicios, perdieron los candidatos oficialistas y el gobierno no tuvo reparos en reemplazar los municipios por Juntas de Notables.
Este gabinete fue calificado como “cacerista”, por pertenecer sus miembros al partido oficialista, aunque Velarde era el menos exaltado de todos sus correligionarios.
La imprenta donde se imprimía, situada en la calle Bodegones, fue asaltada por una turba cacerista, que causaron algunos destrozos.
Contrastando con la exaltación de sus correligionarios, el presidente Morales Bermúdez dijo estar dispuesto a lograr una conciliación con los partidos.
Cáceres intentaría buscar la alianza de los demócratas, pero igualmente no tendría éxito, como veremos más adelante.
[42][43] Este gabinete, que fue el último del gobierno, lo integraban: Pedro José Zavala (Gobierno); Alfredo Gastón (Justicia e Instrucción); el coronel Nicanor Ruiz de Somocurcio (Guerra) y Eugenio Marquezado (Hacienda).
Fue denominado como el “gabinete de tregua” y se decía que todos pertenecían al círculo amical del presidente.
El gobierno respondió clausurando las publicaciones y denunciando a varios periodistas, que terminaron en prisión, violando de esa manera las garantías individuales.
Esta Junta debía estar conformada por nueve miembros, entre los cuales se mencionaban a los presidentes de ambas cámaras del Congreso.
No obstante, tanto Candamo como Francisco Rosas y otros prominentes líderes del civilismo apoyaron a Valcárcel.
Piérola rechazó esta propuesta y fue enfático en afirmar que no se prestaría jamás a ese tipo de componendas políticas.
Todo indicaba que en adelante, Piérola sería la gran figura de la escena política peruana.
[52][53] Las conversaciones diplomáticas entre el presidente de Chile José Manuel Balmaceda y el plenipotenciario peruano Carlos María Elías, publicadas en 1900, en Páginas Diplomáticas, revelan que Chile quería solucionar la cuestión comprando Tacna y Arica, pretendiendo así evadir la realización del plebiscito.
Pero esta propuesta de devolución fue rechazada por Chile, al considerar que no debían inmiscuirse cuestiones comerciales en el arreglo.
Muchos peruanos vieron por eso en este acuerdo un entreguismo inaudito, por lo que alzaron sus voces de protesta.
[61][62] Colombia, por su parte, presentó críticas frente a las acciones de ambos gobiernos y especialmente al peruano.
Pero en 1894, al reanudarse las negociaciones con Ecuador, el Perú cambió su actitud y aceptó la tercería colombiana (acuerdo tripartito).
Este acuerdo fue perjudicial para Iquitos, donde hubo fuerte oposición, pero lo mismo ocurrió en Brasil, que lo denunció en 1904, quedando finalmente invalidado.
Con la intervención del Congreso, las demandas de los agentes aduaneros fue atendida parcialmente y la huelga fue levantada.
Varios diarios se vieron en dificultades por esta medida, pero la huelga fracasó al presentarse a trabajar operarios que aceptaban el salario vigente.
Las metas del gobierno se plantearon mediante el control arancelario que utilizó como negociación en tratados con países vecinos; por ejemplo, con Chile.
[70] La merma en los ingresos fiscales se compensó con el auge industrial iniciado durante este periodo.
Pero acotó que el Consejo podía renunciar ante Borgoño pues los mismos ministros lo habían elevado al mando.