Pedro Alejandrino del Solar

Al fallecer este, le correspondía constitucionalmente completar el mandato presidencial, pero fue suplantado por el segundo vicepresidente, Justiniano Borgoño, en una disputa política que desembocó en una sangrienta guerra civil.

Se le recuerda como político honesto, jurista sapiente y heroico combatiente en defensa de su patria.

Pasó luego al Convictorio de San Carlos, cuyo rector era Bartolomé Herrera, ideólogo conservador.

[1]​ Incorporado a la docencia en 1850, enseñó en el convictorio carolino Matemáticas Puras, Física y Astronomía.

En 1853 se graduó como abogado y en 1855 ingresó al servicio del Ministerio de Justicia.

Este congreso elaboró la Constitución de 1860, la séptima que rigió en el país y la que más tiempo ha estado vigente pues duró, con algunos intervalos, hasta 1920, es decir, sesenta años.

[2]​ Viajó a Francia, donde con su peculio fundó el diario La Patria; pero regresó cuando Chile declaró la guerra al Perú.

[1]​ Luego fue nombrado prefecto de Tacna, donde llegó cuando las fuerzas chilenas iniciaban la invasión.

Luego de la batalla reunió a los soldados dispersos y reorganizó los batallones.

[2]​ Retornó nuevamente a la capital al iniciarse el gobierno del general Miguel Iglesias, pero al verse otra vez perseguido, se sumó a la revolución acaudillada por Cáceres.

Pese a que constitucionalmente la sucesión le correspondía a Del Solar por ser el primer vicepresidente, fue el segundo vicepresidente, coronel Justiniano Borgoño, quien tomó el mando, pretextando que Del Solar se había excusado en una nota elevada al Consejo de Ministros.

[23]​[24]​ Retomó su puesto de vocal supremo, del que se jubiló en 1904.

Pedro Alejandrino del Solar (al centro), rodeado de sus hijos. Foto Courret.