Hijo de Luis Felipe Villarán, notable jurista peruano, y Rosalía Godoy.
[4] En el acto de apertura del año universitario de 1900 pronunció un famoso discurso sobre las profesiones liberales en el Perú, donde criticaba la educación formalista e improductiva que se impartía en escuelas y universidades y proponía su sustitución por una enseñanza práctica, discurso que figura en sus Estudios sobre educación nacional (1922).
Desde este cargo, impulsó su postura práctica sobre la educación, se preocupó por la formación del profesorado, y dio a la Universidad de San Marcos el terreno para su nuevo local.
Poco después la fuerza pública dispersó a los revoltosos y restituyó el orden.
Tanto Leguía como Villarán mostraron durante dicho trance serenidad y firmeza de carácter.
[11] Lanzó hasta tres manifiestos, rindiendo homenaje a la juventud y alertando del peligro que entrañaba la perpetuación en el poder de un caudillo.
[13] En esa época de crisis política, en algún momento fue considerado como posible candidato a la presidencia, pero su pasado civilista fue siempre usado en su contra.
En 1935 volvió a dictar la cátedra de Derecho Constitucional en San Marcos, hasta el año siguiente.
[2] En 1939 fue acreditado como embajador ante la Santa Sede, en misión extraordinaria para la coronación de Su Santidad Pío XII, cargo en el que permaneció hasta 1941.
[19] Villarán fundó en Lima un importante estudio jurídico, el «Estudio Manuel Vicente Villarán», en el que laboraron renombrados abogados peruanos de la primera mitad del siglo XX, como Carlos Arana Santa María, Luis Echecopar García, Manuel Gallagher, Héctor J. Marisca (abogado de José de la Riva Agüero y Osma), Enrique Moncloa, José Quesada Larrea y Víctor Villarán.
A este despacho retornó Villarán en sus últimos años, alejándose definitivamente de la vida política.