La única interrupción de esta sucesión se produce en 1914 cuando, debido a diferencias entre el Partido Civil y Guillermo Billinghurst, el general Óscar R. Benavides da un golpe de Estado para convocar a elecciones generales.
Se inicia con el consenso de dos fuerzas políticas predominantes, civilistas y demócratas, para derrocar a Andrés Avelino Cáceres.
Los políticos siempre representan a algún grupo de poder económico, lo que no fue la excepción durante este periodo.
Los exportadores también se vieron beneficiados por el tipo de cambio favorable al contarse con una divisa fuerte.
También permitió que las ganancias se reinvirtieran en las industrias de manufacturas locales, ya que los asalariados del sector exportador se habían convertido en un gran mercado para los productos de estas industrias.
En el plano tributario, “eliminó” el Tributo Indígena con el fin de dejar sin rentas a las Juntas Departamentales que simpatizaban con Cáceres, su enemigo político.
Las Fuerzas Armadas habían sido desde el inicio de la república el estado mismo, la guerra con Chile y el Perú.
Por la misma época se inicia el boom internacional del cobre que algunos empresarios locales empiezan a explotar.
Cuando llegan los norteamericanos las utilidades no regresan pero a pesar de eso queda suficientemente dinero para generar producción y comercio, originando la creación de una nueva élite regional en el centro del Perú, conformada por mineros, hacendados y comerciantes.
Empieza a germinarse las causas de la violencia, al formarse los grandes latifundios, dirigidos por hacendados déspotas, y por los que muchos campesinos se quedan sin tierra.
La situación en la sierra sur tiene un tinte diferente debido a la exportación de lana hacía Gran Bretaña.
Esto produjo un escándalo internacional por el trato que se le dio a los nativos por parte de la Peruvian Amazon Company entre 1908 y 1912.
Finalmente, en 1915 los precios del caucho empezaron a caer, debido a que la oferta de este producto se vuelve mayor y que la producción del lejano oriente más industrializada, acaparara la producción de este producto.
Así en 1920, el boom del caucho concluye y la economía amazónica se volvió a estancar.
En primer lugar, esta élite promovió las exportaciones pero no la industrialización, además operó en forma rentista, para finalmente, unirse a los gamonales y los capitalistas extranjeros.
Jorge Basadre los describía así: El Partido Civilista, expresión política de este grupo, estaba formado por: Grandes Propietarios Urbanos, Productores de Azúcar y Algodón, abogados famosos, médicos notables, etc., que vivían en un mundo integrado por matrimonios entre grupos familiares.
La república aristocrática no fue del todo estable, pues existieron pugnas de poder debido a las rivalidades individuales y entre los distintos clanes.
La clase obrera no era homogénea, en el Perú estaba dividida por su extracción social y además por la geografía.
Y es aquí cuando los estadounidenses empiezan a tener más preponderancia en la economía del país.
Durante este periodo histórico, el poder político y económico se sostuvo en los civilistas; los demócratas pasaron entonces a la oposición.